Me llamo Lara, soy empresaria y tengo una asociación de animales. Colaboro mayormente con asociaciones de Andalucía, me pasan muchos casos de animales de los cuales no pueden sufragar los gastos que todo esto conlleva (veterinarios, residencias…), los movemos a través de redes sociales y buscamos un adoptante adecuado a través de un cuestionario de adopción. Después, realizamos un seguimiento que dura entre tres y seis meses; la mayoría son de Madrid.

Siempre he sentido la necesidad de ayudar a los animales, pero llegó un momento, hace diez años aproximadamente, en el que me estaba involucrando demasiado, por ello, hace unos cuatro, decidimos crear la asociación, en la cual me encargo de todas las labores.

Lo más complicado del día a día, es tener que elegir a qué animal salvas y a cual no puedes; ayudamos a todos los que podemos, pero hay días que entran tantos animales, que no es posible abarcarlo todo. Se pasa bastante mal y no hay medios ni ayudas, ya no hablo del tema económico, sino de espacios a los que se puedan llevar a estos animales donde puedan estar mientras les buscamos adopción. Las casas de acogida cada vez están más saturadas y las residencias que hay que pagar también; la opción de la perrera no existe para nosotros, debido a que siempre hay sacrificios.

Necesitamos espacios para que los animales puedan estar de forma adecuada y segura y ayudas económicas para poder gestionar los gastos que todo esto conlleva. Carecemos de visibilidad, somos personas que hacemos todo esto sin ningún interés económico, lo único que queremos es que estos animales tengan una calidad de vida. Todos los animales tienen derecho a tener una vida digna y no deberíamos de tener que escoger entre unos y otros.