Me llamo Laura, soy de Barcelona y hace seis meses y medio tuve una hija, que nació en plena pandemia. Yo vivía en un piso en Sabadell (Barcelona), pero con el confinamiento y el posparto era muy duro estar allí sola, así que nos fuimos a casa de mis padres en Barcelona, para así tener un acompañamiento y un apoyo. Con esto quiero hacer ver que las familias monomarentales hemos sido un poco olvidadas durante el confinamiento, pero quiero pensar que es algo puntual debido a la situación que estamos viviendo.

En realidad, hoy me gustaría hablar sobre algo mucho más instaurado y generalizado, y es la violencia institucional y la discriminación que sufrimos las madres monomarentales, así como nuestros hijos e hijas. Tenemos la mitad de derechos que las familias biparentales, y un claro ejemplo de ello son los permisos de maternidad y paternidad.

A partir del año que viene, as familias biparentales tendrán 32 semanas de permiso para estar con sus hijos o hijas: 16 de un progenitor y 16 del otro. En cambio, nosotras solo tendremos 16 semanas, es decir, la mitad. Si ya de por sí tenemos más dificultades a nivel económico, laboral y social, ¿por qué tenemos menos derechos que otras familias?

Actualmente, los permisos de paternidad y maternidad siguen siendo discriminatorios hacia la mujer. Por ejemplo, ella puede transferir su permiso hacia el hombre, pero este no puede transferirlo a la mujer. Puede parecer señal de progreso en la igualdad de género al involucrar más al hombre en la crianza del bebé, pero no deja de perjudicar a la mujer. Se pretende defender la igualdad sin tener en cuenta aspectos biológicos, empezando por el hecho de que la mujer pasa por un embarazo, un parto, un periodo de lactancia, etc. y el hombre no.

Es por eso que me gusta hablar más de equidad en lugar de igualdad. Es decir, a partir de las diferencias que tenemos, velar por conseguir las mismas oportunidades y la misma calidad de vida. Si pasamos por alto estas diferencias y solo nos centramos en la igualdad, las madres nos vemos obligadas a coger reducciones de jornada o excedencias para continuar con el cuidado de nuestros hijos e hijas, y esto nos lleva a empobrecernos. Todo esto no sería necesario si los permisos por maternidad fuesen más amplios y transferibles, ya que así el cuidado de nuestros bebés sería remunerado.

Con esto no quiero decir que todas las mujeres tengamos la obligación de cogernos más días de permiso de maternidad. Si una madre quiere volver al trabajo antes de tiempo, es totalmente libre de hacerlo. Lo que quiero decir es que deberíamos tener la opción de escoger, que si una quiere estar un periodo de tiempo largo acompañando a su hijo o hija pueda hacerlo. Al fin y al cabo, este sistema afecta a todas las madres, tanto en familias monomarentales como biparentales, pero en nuestro caso, al ser mujeres y llevando la maternidad en solitario, salimos aún más perjudicadas.

Ante esto, me quiero dirigir a los políticos del Parlament de Catalunya, ya que soy de Catalunya y son mis representantes en dicha cámara, para que haya una ampliación de los permisos de maternidad para así garantizar una maternidad digna. Además, pido que estos permisos sean transferibles para que cada familia tenga la opción de decidir cómo quiere compaginar la vida laboral con la crianza. Esto incluiría que se reconozca el permiso de paternidad a las madres monomarentales, para que así tengamos los mismos días de permiso que las familias biparentales.

Cuando tomé la decisión de ser madre, era consciente de que no lo tendría tan fácil como otras familias, pero la verdad es que no me esperaba encontrarme tantas desigualdades. En el poco tiempo que llevo como madre, siento que estoy en una carrera de obstáculos. Seguramente en unos años me encontraré con otras dificultades, pero al fin y al cabo todas tienen el mismo origen, y es la forma en que está montado el sistema y la visión que se tiene hacia la diversidad familiar. Cada vez somos más madres monomarentales, y tengo la esperanza de que con el tiempo haya nuevos logros que nos hagan estar cada vez más cerca de la igualdad de oportunidades.