Me llamo Laura y vivo en Zaragoza. En febrero de 2018 me noté un bulto en el pecho. Por aquel entonces ya me hacían controles constantes porque tenía microcalcificaciones. Acudí al médico de cabecera para que me revisara el bulto y este consideró que como me tocaba hacer una mamografía pronto, no era necesario concertar otra. Me la hicieron y no vieron nada; me dijeron que todo estaba bien y me citaron para después de un año.

Después de unos meses, me percaté de que el bulto estaba creciendo mucho. Volví al médico y me hicieron otra mamografía. Entonces ya decidieron hacerme pruebas y una biopsia de manera acelerada. Me diagnosticaron un carcinoma ductal infiltrante her2 positivo. Me empezaron a tratar con quimioterapia, después me hicieron radioterapia y finalmente me operaron. Una vez intervenida quirúrgicamente, volví a hacer quimioterapia y radioterapia. También me sometí a un tratamiento hormonal.

Después de todo este proceso, que terminó en enero de 2019, parecía que todo estaba bien. Aun así, este año me diagnosticaron una metástasis en el pulmón y en el hígado. Para tratarlo, recibí quimioterapia y en estos momentos hago inmunoterapia. Hasta ahora estoy respondiendo bien a los tratamientos.

Durante todo el proceso no he podido trabajar porque estaba imposibilitada debido a la enfermedad. Además, la pandemia de la Covid-19 también me perjudicó en este ámbito. Actualmente cobro 350 € al mes y he tenido que dejar el piso dónde vivía; estoy viviendo de ahorros. Tengo la suerte de que mi pareja está trabajando y me está ayudando. Pero si no fuera así, ¿Cómo se supone que tendría que pasar los meses?

Por lo planteado, me dirijo a los políticos de las Cortes de Aragón, ya que son quienes me representan, para que me respondan a la pregunta: ¿Por qué no se ofrecen ayudas económicas a los pacientes de largas enfermedades que están imposibilitados para trabajar?