Me llamo Leicy, tengo 34 años y vivo en Madrid. En mayo de este mismo año, tenía una revisión ginecológica concertada, ya que, seis meses atrás, dando de mamar a mi hija, desarrollé una mastitis. Después de un tiempo de pruebas, el 3 de junio me diagnosticaron un cáncer de mama triple negativo, de los que tienen un pronóstico más agresivo. En este momento, tu vida cambia. El cáncer llega para dar un giro en tu vida. Yo, teniendo 34 años, no pensaba que pudiera desarrollar un cáncer de mama y una vez diagnosticada, se me vino el mundo abajo. Después de un tiempo de asimilarlo, finalmente decidí que el miedo no me podía paralizar, que mis ganas de vivir eran más fuertes y me aferré a ellas.

En estos momentos, he terminado un tratamiento de quimioterapia que se compuso de 12 sesiones entre quimios blancas y rojas y me están haciendo pruebas para preparar la intervención quirúrgica para la cual todavía no tengo fecha. Después de la operación, de entrada me harán radioterapia e inmunoterapia.

El proceso de enfermedad que he vivido hasta ahora me ha hecho percatar de que hay algunas carencias que las instituciones podrían remediar o, como mínimo, intentar apaciguar: por ejemplo, las ayudas económicas que se proporcionan a los pacientes que pasan por una larga enfermedad como es el cáncer; prácticamente no hay soporte en este sentido aun teniendo en cuenta que casi todas las personas que atraviesan un cáncer estarán, de manera forzada, meses sin poder trabajar debido a la incidencia de la enfermedad. También en relación con la economía, el cáncer conlleva un contexto de efectos secundarios que va más allá de los tratamientos farmacológicos y que también hay que tratar; yo he tenido suerte de que des de la AECC se me ha proporcionado soporte, pero pienso que en este sentido, las administraciones deberían apoyar la enfermedad en su totalidad.

Así mismo considero que teniendo en cuenta la incidencia de la enfermedad entre la población, habría que impulsar campañas de información y de concienciación para que tanto los pacientes que reciben un diagnóstico, como los familiares y amigos que tienen que lidiar, también, con un diagnóstico, puedan entender la realidad de la enfermedad y conseguir que así a nivel social se deje de relacionar el cáncer con muerte. Finalmente, me gustaría incidir en la importancia de destinar más recursos económicos a la investigación del cáncer y, en este caso, del cáncer de mama triple negativo. Considero que la apuesta para la investigación es fundamental.

Es por todo lo presentado que me dirijo a los políticos de la Asamblea de Madrid, ya que son quienes me representan, para que den respuesta a las peticiones presentadas.