Mi nombre es Lidia Arroyo, soy docente universitaria, psicopedagoga, logopeda y especialista en dificultades de aprendizaje y trastornos del neurodesarrollo. Desde mi experiencia en la docencia y el diagnóstico clínico he podido constatar que los datos alarmantes de abandono y fracaso escolar en España están relacionados con la poca atención que se presta a la detección de las dificultades de aprendizaje, como la Dislexia o los trastornos del neurodesarrollo, como el TDAH.

Según los últimos datos publicados en abril de 2020 por la oficina comunitaria de estadística, Eurostat, España es el país con mayor tasa de abandono escolar de la UE, un 17, 3 %. ¿Qué es lo que nos hace diferenciarnos tanto de los datos registrados por los países del norte del continente que no superan el 10% de fracaso escolar?

Cerca de un 80% de los casos de abandono están relacionados con la Dislexia y un 30% con el TDAH. A pesar de su alta incidencia, nuestro sistema educativo no invierte en los recursos necesarios para garantizar un diagnóstico precoz ni un abordaje dentro de la escuela que permita compensar las dificultades que presentan estos alumnos y que evite el fracaso escolar en el futuro.

Otra de las consecuencias de esta falta de atención y prevención pública es la aparición de una desigualdad entre alumnos dependiendo del nivel socioeconómico de su familia. El diagnóstico psicoeducativo en los centros privados oscila entre los 400 y los 1000 euros, ofreciendo la posibilidad de abordaje inmediato por parte de la escuela. En los Centros Públicos en muchas ocasiones se tardan años en obtener ese diagnóstico y en muchos casos nunca llega.

Por eso quiero dirigir esta campaña a los políticos del Parlament de Catalunya para preguntar cuándo se materializarán los recursos necesarios para garantizar la detección precoz de la dificultades de aprendizaje y los trastornos del neurodesarrollo evitando así perpetuar las tasas de abandono escolar por falta de recursos.

En países como Suecia la detección de la dislexia se hace en la propia escuela, dónde la figura del logopeda o el psicopedagogo está integrada en el Claustro educativo, incluso disponen de aplicaciones y software informático gratuito que ayuda a compensar las dificultades del alumnado y garantiza su acceso al currículum.

Un alumno con un diagnóstico de dificultades de aprendizaje en España depende de que su familia pueda costearse una reeducación, logopeda, psicopedagogo, psicólogo, etc…porque los recursos de la escuela son insuficientes, y estas dificultades si no se compensan acaban en fracaso escolar en la etapa de secundaria.

En algunos casos, después de esquivar mil obstáculos, habiéndose esforzando mucho más que sus compañeros y habiendo sacrificado horas de ocio, es posible que los alumnos con Dislexia o TDAH consigan acceder a la universidad. En otras ocasiones la falta de acompañamiento conlleva trastornos emocionales, conductas disruptivas y en el peor de los escenarios conductas delictivas una vez alcanzada la adolescencia.

Las Dificultades de Aprendizaje suelen ser invisibles, por eso se deben dar a conocer con el fin de que tengan el menor impacto posible en la vida académica y emocional de la persona que los sufre.

Firma y comparte la campaña para que los políticos del Parlament nos escuchen.