Kaixo Nekane,

Primero, salvo error de mi parte, AirBnB y Engel&Völkers son dos tipos de empresas diferentes:

• AirBnB es una plataforma que permite a usuarios alquilar una vivienda o una habitación de forma esporádica.
• Engel&Völkers es una agencia inmobiliaria clásica (alquiler / compra) pero especializada en bienes de alto valor. Engel&Völkers no está en el mercado de los pisos turísticos.

La multiplicación de los pisos turísticos es un problema grave porque cuando alguien dispone de un piso en la ciudad y no necesita vivir dentro, tiene 3 opciones:

1. venderlo
2. alquilarlo como vivienda habitual a algùn inquilino
3. ponerlo como piso turístico

Y como la ciudad es muy turística, la gente suele elegir la opción 3. Han aparecido incluso empresas que se dedican a proponer a propietarios de pisos vacíos gestionar su piso como piso turístico para hacer caja.

El problema de eso, a parte de la masificación y del monocultivo turístico y las molestias que puede provocar, es que hay muchas viviendas que entonces salen del mercado de alquiler. En una ciudad como Donostia donde ya es muy complicado encontrar vivienda de por sí, si además hay cada vez menos porque se transforman en pisos turísticos, tenemos una auténtico problemón.

Por eso hemos realizado hace poco una campaña sobre el tema de la vivienda: http://etxebizitzasosvivienda.org/

Contestando ahora a tu pregunta: existe algún tipo de control, sí. Pero está muy muy lejos de ser suficiente.

Un piso turístico se considera actividad terciaria (como un psicólogo, un masajista, ...). Y las actividades terciarias solo pueden ocupar viviendas si no hay una vivienda por debajo. Esto hace que en general, las actividades terciarias están limitadas al primer piso. Esto es lo que dice la normativa municipal.

Hay, ahora, unos 1500 pisos turísticos en la ciudad. Y se estima que los 3/4 son ilegales porque no cumplen la regla que acabo de comentar. Significa que tendríamos más de 1000 pisos turísticos ilegales en la ciudad. A pesar de eso, el Ayuntamiento, en esta legislatura gobernado por PNV y Socialistas, ha clausurado solo 8 pisos turísticos en 2015, 88 en 2016 et 38 en 2017 (la mayoría a raiz de denuncias de vecinos y vecinas, y contabilizando pisos que se han cerrado, vuelto a abrir y cerrado nuevamente). Vemos desgraciadamente que estamos muy lejos de la cuenta.

Paralelamente, en 2015, se estima que había 695 pisos turísticos, en 2016 había 1400, y ahora 1500. Si cada vez que se cierra un piso turístico, aparecen 5 más, no vamos en el camino bueno.

Por eso, en el Pleno de este mes de junio 2017, presentaré una moción para pedir que se incremente significativamente la plantilla dedicada al control de los pisos turísticos.

El turismo es una fuente de riqueza para la ciudad pero también la puede matar.