La pandemia de Covid-19 no ha terminado para las personas afectadas por la Covid-19  Persistente . Meses después de contagiarnos, muchas/os de nosotras/os seguimos haciendo frente a la sintomatología de la Covid-19 que en varias ocasiones nos impide realizar una vida normal. La OMS ya reconoce la existencia de la, también, llamada Long Covid-19  pero sigue haciendo mucha falta que hablemos de este problema de salud que nos afecta: las/os fallecidas/os o las/os nuevas/os contagiadas/os en esta sexta ola no son las únicas víctimas de la pandemia. Nosotras/os también existimos.

A la dimensión médica de esta otra pandemia a menudo silenciada, se une una problemática laboral derivada que hay que atender con urgencia. Cada vez son más los casos de despidos o vueltas al trabajo forzadas.

El trabajo de las asociaciones de personas afectadas ha sido fundamental para darnos visibilidad. Una de nuestras principales reivindicaciones es que la Long Covid/Covid-19 persistente sea tratada desde un enfoque multidisciplinar e integral que no nos obligue a cada una/o a buscarnos la vida como pacientes pidiendo o suplicando citas y revisiones con especialistas. Mientras se investiga y se descubren tratamientos que nos ayuden, es urgente que la comunidad médica nos atienda como es debido.

Además, también es necesario que la Long Covid/Covid-19 persistente sea reconocida como una enfermedad profesional.

Muchas de las personas afectadas nos contagiamos trabajando en la primera línea de combate de la pandemia y nos enfrentamos con un caos burocrático y laboral: o nos obligan a volver al trabajo sin estar en condiciones o nos despiden por considerar que ya no podemos cumplir con nuestras funciones, lo que además se suele calificar como un despido procedente, dejándonos sin cobertura social ni económica.

Estas situaciones se repiten. Fiebre, astenia crónica, problemas digestivos, trastornos neurológicos, respiratorios… son sólo algunas de los síntomas que seguimos sufriendo las personas que tenemos   Long Covid.

Tras un año y medio de baja,como máximo, hemos tenido forzosamente que reincorporarnos al trabajo aun estando enfermas. Este hecho agudiza los síntomas y los empeora impidiendo nuestra recuperación

Lejos de comprender nuestra situación y protegernos, nos obligan a volver a trabajar y nos tenemos que reincorporar por miedo a perder el trabajo. No nos dejan otra opción.

Es injusto que además de arrastrar esta enfermedad todavía tan desconocida nos enfrentemos también a esta discriminación laboral y a esta falta de protección social. Por eso desde aquí queremos exigir a las autoridades que actúen ya. No estamos buscando una incapacidad laboral, buscamos comprensión y reconocimiento.Cada caso debe estudiarse de forma individual para poder prorrogar las bajas cuando sea necesario y en caso de reincorporación se deben contemplar adaptaciones para que las/os  trabajadoras/es afectadas/os por Long Covid puedan llevar a cabo las tareas que les permitan sus condiciones de salud. Estas adaptaciones no se están aplicando en casi ninguna empresa.

Una situación excepcional se tiene que abordar con medidas excepcionales tal y como se han aplicado en otras circunstancias (ERTEs)

Por todo ello lanzamos esta petición dirigida al Senado para que seamos escuchadas/os y atendidas/os en busca de respuestas y soluciones. ¡Firma y comparte esta iniciativa para hacerlo posible!