Mi nombre es Lorena, tengo 20 años y convivo con atrofia muscular, una enfermedad neuromuscular degenerativa. Con esta campaña, quiero exponer mi propia experiencia para visibilizar y denunciar los obstáculos que nos seguimos encontrando las personas con discapacidad en los centros educativos. 

Como síntomas de la enfermedad tengo muy poca fuerza muscular. Esto hace que sea usuaria de silla de ruedas y necesite asistencia en tareas cotidianas como ir al baño, recoger mis cosas, subirme las gafas… Durante todo mi recorrido académico, en el instituto y en el grado superior que cursé el año pasado, he tenido la suerte de contar con los apoyos que necesitaba para estudiar, el principal: la figura de una veladora, que pudiera ofrecerme el apoyo permanente que necesito. No obstante, al llegar a la universidad y matricularme en la UAB no se me ha podido ofrecer esa opción por falta de presupuesto. A pesar de avisar con antelación, y pedir esta figura indispensable para mí, llegó septiembre y ni la Universidad ni la Administración me dieron una solución. Debido a ello tuve que matricularme en la UOC para cursar el grado a distancia. 

Aunque los estudios no me vallan mal en la UOC, tengo 20 años, me gustaría salir de casa, conocer gente nueva y vivir la experiencia universitaria como cualquier otro estudiante de mi edad. Además, estudiar a distancia me supone un gasto mucho más grande que estudiar en la universidad pública. 

A pesar de todo, quiero seguir insistiendo y pido, desde aquí, que tanto desde la Universidad como la Administración puedan ofrecerme a mí y a cualquier otro estudiante que lo pueda necesitar, la figura de una veladora de cara al curso que viene. Por ello, y con todo lo aquí plasmado, quiero dirigirme a los representantes del Parlamento de Cataluña para que sean conocedores de mi situación (que estoy segura de que es la misma para otras muchas personas) escuchen mi petición y puedan ayudar a que la figura de un velador/a sea una realidad en la educación superior y no una excepción. 

Es necesario seguir visibilizando situaciones como esta y darle la importancia y el espacio que se merecen. Porque desgraciadamente, las personas con discapacidad todavía hoy nos enfrentamos a numerosos obstáculos y situaciones de exclusión como esta. 

Estoy muy agradecida por la educación inclusiva con la que me he encontrado hasta la fecha, y por eso, considero una pena que no pueda seguir siendo así. La falta de presupuesto no puede ser motivo suficiente para que no pueda asistir a clase. Hace falta una solución. 

Pido desde aquí la máxima difusión y apoyo a esta campaña. ¡Gracias a tod@s!