Las becas predoctorales DGA son subvenciones destinadas a financiar los salarios de los investigadores en formación durante la duración de sus estudios de doctorado. En la nueva convocatoria de las predoctorales DGA 2021-2025 se establece un incremento del salario bruto respecto a convocatorias anteriores: de un 25% en las dos primeras anualidades y un 16% en la tercera, quedando la cuarta anualidad sin cambios. 

Esta es, aparentemente, una muy buena noticia que ya se anunció a bombo y platillo hace varios meses a través de varios medios de comunicación. Sin embargo, lo que no se publicitó fueron dos aspectos negativos de la convocatoria que han provocado indignación entre los investigadores predoctorales. El primero es el número de becas que ofrece la convocatoria. En convocatorias anteriores solía presupuestarse dinero suficiente para costear 60 becas. No obstante, con el dinero presupuestado en la convocatoria 2021-2025 y los salarios brutos estipulados en ella, alcanzaría únicamente para 55 becas completas. Esta cifra queda oculta en la convocatoria. A diferencia de ediciones anteriores, el número de becas no se indica de forma explícita. Así pues, parte de la subida salarial se costea con las cinco becas eliminadas. El segundo aspecto atenta contra el principio de igualdad retributiva: la mejora salarial sólo afectará a los investigadores predoctorales que consigan la beca en la nueva convocatoria y no se extenderá al resto de investigadores en activo de convocatorias anteriores. Esto supondrá que automáticamente pase a haber predoctorales DGA de primera y de segunda, con doctorandos de primer año cobrando salarios muy superiores a doctorandos de segundo y tercer año. Hasta ahora se suponía que el salario aumentaba progresivamente conforme se avanzaba en el doctorado. De este modo, la nueva convocatoria creará una desigualdad arbitraria dentro de los grupos de investigación, reduciendo además el número de investigadores.

Ante este panorama, nos pusimos en contacto con la Dirección General de Investigación e Innovación (DGII) de la DGA para mostrar nuestro descontento y exigir una modificación de las condiciones salariales de todas las convocatorias en activo que las equipare a las de la nueva convocatoria. Mantuvimos una reunión con el director de la DGII que nos convenció de la imposibilidad de modificar convocatorias ya pasadas. Se opuso también a ejecutar una partida presupuestaria extraordinaria que cubriese la subida de los salarios de los investigadores predoctorales en activo. Con esto en mente, elaboramos una serie de propuestas, respetuosas con las restricciones presupuestarias, que el Director General de Investigación e Innovación se comprometió a valorar. La primera consiste en repartir la subida salarial entre las distintas convocatorias en activo. La segunda propuesta es mantener los salarios actuales y aumentar el número de plazas ofertadas, elevando estas hasta las 63.  De rechazar las dos anteriores, incluíamos una tercera opción, que consiste en dejarnos concurrir a la nueva convocatoria 2021-2025 compitiendo con los nuevos candidatos por mejorar nuestro salario. Sin embargo, la DGII ha hecho caso omiso a estas propuestas, alegando que su implementación no es posible con una mera modificación de los términos de la convocatoria y que requeriría su completa anulación y republicación. No parecen querer entender que cuando algo se hace mal no queda otra que reconocerlo y arreglarlo, y que ese es precisamente su trabajo. 

Ante la inflexible negativa de la administración, hemos recurrido a la Justicia de Aragón, que ha decidido admitir a trámite la protesta, pero al que han ignorado de momento. Con el presente documento, queremos elevar el caso a las Cortes de Aragón: ¿se va a permitir que el año que viene haya una desigualdad retributiva arbitraria entre investigadores predoctorales DGA?