Pregunta para Congreso de los diputados
El boom de proyectos de energías renovables, eólicas y fotovoltaicas tienen unos impactos irreversibles para el medio rural que ni si quiera generan empleo en el territorio. ¿Qué políticas está desarrollando el estado para combatir la despoblación?
Hola, soy Luis del Romero, geógrafo y especialista en despoblación y demografía. Una de las causas fundamentales de que a día de hoy la despoblación esté tan a la orden del día son ciertas políticas que se han llevado a cabo y que expulsan directamente a la gente de los pueblos.
Actualmente y desde hace unos años hay una avalancha de proyectos relacionados con las energías renovables a nivel de todo el estado español. Es un boom de proyectos de energías renovables, eólicas y fotovoltaicas que tienen unos impactos paisajísticos y ambientales brutales en el medio rural. Ante tal avalancha, los argumentos que utilizan las instituciones y empresas privadas son siempre los mismos. La generación de nuevos puestos de trabajo y la generación de ingresos que favorecen la lucha contra la despoblación.
Gran parte de las centrales eólicas y fotovoltaicas se encuentran o pretenden ubicarse en áreas rurales que cuentan con una baja densidad y problemas de despoblación. Pero lo cierto es que, tras década y media del primer boom de las energías renovables, los municipios donde se han ubicado este tipo de proyectos han continuado perdiendo población. En la Comunidad Valenciana, de 22 municipios que cuentan con centrales eólicas, tan solo dos de ellos han ganado población, el resto la ha perdido.
Este tipo de proyectos generan un impacto irreversible en las zonas rurales: en la fauna, en el hábitat, la contaminación que en muchos casos esto supone… Y las compensaciones que las empresas y administraciones prometen a ciudadanos y ayuntamientos son completamente ridículas. Sin tener en cuenta que, además, en muchas ocasiones, ni si quiera se mantienen porque no tienen un compromiso real de mantenerlo durante cierto tiempo.
El hecho de utilizar la problemática de la despoblación para convencer a la opinión pública, ciudadanos y ayuntamientos de los beneficios de estos grandes proyectos es preocupante para numerosas áreas rurales, ya que suponen un destrozo ambiental y la generación de grandes tensiones sociales. La normativa vigente en materia de evaluación ambiental y ordenación del territorio es enormemente permisiva con estos usos que solo encuentran restricciones o prohibiciones si se pretenden ubicar cerca de núcleos urbanos o en espacios naturales protegidos. Se siguen presentando y tramitando cientos de ellos.
Las zonas rurales no somos un lugar en el que dejar lo que molesta en la ciudad. Es fundamental que se propongan unos objetivos y medidas concretas para mantener la calidad de vida en todo el territorio. Por eso nos queremos dirigir a los miembros del Congreso de los Diputados. Se debe hacer un reparto equitativo de este tipo de proyectos. No puede ser que Madrid, que es el gran sumidero de energía del estado español, cuente con 0 generadores mientras que Castilla y León estén generando el 15% de las energías eólicas de todo el país. Por otra parte, deben buscar soluciones para mantener las tierras fértiles y con valor ambiental. Es importante que se valoren las cooperativas energéticas. No pueden manipular a las zonas rurales a base de mentiras y utilizando la bandera de la despoblación para convencernos de un futuro mejor cuando, en realidad, nos venden nuestra propia destrucción.