Me llamo Luis y vivo en Madrid. Con 35 años me diagnosticaron un Liposarcoma retroperitoneal. En 2012 comencé a tener síntomas, debilidad, acorchamiento y hormigueo en las piernas. También tenía la sensación constante de tener la vejiga llena, cansancio y cambios repentinos de humor. 

En 2013 me diagnosticaron un lupus cutáneo una enfermedad autoinmune (Enfermedad paraneoplásica).  Dure varios años frecuentando regularmente la atención primaria sin tener mucho éxito, todo lo que me pasaba era culpa del lupus. No fue hasta que me cambié de domicilio y de médico cuando me mandaron una ecografía para mirar como estaba la vejiga y fue cuando me encontraron el tumor.

Una vez diagnosticado, me operaron después de 15 días. La intervención quirúrgica fue muy compleja y tardé aproximadamente un año en recuperarme.☹️ Después de esto, estuve casi tres años sin enfermedad.  Me hacían revisiones periódicas y en una de ellas, me informaron que el cáncer había vuelto a salir. Me operaron de nuevo y se percataron de que había más tumores de los que se apreciaban en las imágenes, entonces, los cirujanos decidieron cerrar y replantear el tratamiento. 

Decidieron darme primero un tratamiento de quimioterapia muy fuerte, para después operarme por tercera vez. Al poco tiempo, y en medio de una pandemia, me dicen que tengo una recidiva. Entonces los médicos me proponen darme una quimioterapia cada 21 días para ver si en mí funciona. Esta alternativa nunca se contemplaba ya que la quimioterapia no es muy efectiva contra los sarcomas. Pero, gracias a que todo avanza, hoy existe una medicación que puede ser efectiva en determinados casos. Y al parecer mi caso es una de esas excepciones, ya que al día de hoy está funcionando muy bien.

Viviendo el proceso de la enfermedad, me he percatado de la suerte que tenemos de poder beneficiarnos de los servicios de la sanidad pública y de la calidad de la misma. Es por esto que lanzo esta campaña sobre el objetivo de incidir en la importancia de la apuesta firme para garantizarla y reforzarla.

✅ En mi caso, por ejemplo, considero que uno de los aspectos sobre los cuales se tendría que incidir es la mejora del diagnóstico; sobre todo relacionado con las enfermedades raras. creo que a los médicos se les debería de proporcionar formación y guías para poder diagnosticarlas. En el mismo sentido, considero que los centros hospitalarios deberían de tener claro dónde se puede tratar mejor cada enfermedad para así poder derivar a los pacientes y ofrecerles la garantía de que el tratamiento que reciban sea el mejor que pueden recibir.

➡️ Una vez diagnosticado, yo eché de menos, también, que desde el hospital se me guiara más allá de los aspectos puramente relacionados con los tratamientos. Hay temas como el servicio de psicooncología, de los cuales, necesitas beneficiarte cuando afrontas una enfermedad de este calibre. Debería estar a disposición de enfermos y familiares. Se proporciona muy poca información relacionada con el contexto que conlleva el cáncer.

Yo acudo al hospital a menudo y últimamente me he percatado de que la sanidad se está deteriorando. Creo que en general el personal sanitario está muy saturado y cansado;  en vez de darles más carga laboral, menos descansos y menos beneficios. Podrían apostar por cuidarlos y tenerlos contentos, ya que si ellos están contentos con su trabajo y sus condiciones ganamos todos.

Por ejemplo: los médicos a veces tienen que atender un número muy elevado de pacientes al día (de 40 o a 50 aproximadamente). En este sentido, considero que se podría cuidar la necesidad de proporcionar tiempo, atención y cercanía a los pacientes; y esto solo es posible apostando por aumentar los recursos humanos. Es por todo lo expuesto que me dirijo a los políticos de la Asamblea de Madrid, ya que son quienes me representan, para que me respondan a la pregunta genérica: ¿Por qué no se invierte para reforzar la sanidad pública y garantizar su buen funcionamiento?