Sevilla. Mi nombre es Macarena y en la madrugada del 13 de agosto me dieron un pinchazo en una discoteca. En mis analíticas de orina di positivo en opiáceos, una droga. Lo cierto es que la persona que me dio el pinchazo quedó indemne y mientras la justicia no actúa, en toda España siguen aumentando los casos. 

Esa noche yo estaba bailando con una amiga y en un momento se nos acercan dos chicos y uno de ellos confía conocerme, yo no lo había visto en mi vida. El otro chico, quién llevaba camisa rosa y tenía pelo castaño claro, se pone muy pesado con nosotras dos, entonces nos apartamos y luego nos dejan en paz y se van. Más tarde, con mis amigos y amigas nos quedamos bailando en la parte de afuera de la discoteca, pero cerca de las cuatro de la mañana fuimos con el resto de nuestros amigos (dónde había más gente). En ese momento, siento que me agarran el brazo, me inclinan hacia esa persona y me pinchan, pude comprobar que era el chico de camisa rosa. A los quince minutos que me pincharon me comencé a sentir débil, mareada y con mucha fatiga.  

Llamaron a los servicios de emergencias, pero llegaron más tarde y me llevaron antes. Me hicieron las analíticas de orina y sangre, di positivo en opiáceos. También, me dieron papeles para firmar las pruebas de VIH y Hepatitis, en las cuáles di negativo. 

Lo cierto es que no sé si me tomaron la declaración y si la jueza tendrá en cuenta mi denuncia porque no me volvieron a llamar. Necesitamos que la justicia actúe frente a estos casos para que dejen de ocurrir los pinchazos. Además, se necesita que haya más seguridad y control en estos lugares para prevenir dichos hechos.

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