Pregunta para Parlamento de Catalunya
Me llamo Maite y he superado un cáncer de mama: ¿Por qué con el tratamiento de la enfermedad no se ofrece un programa de acompañamiento que incluya el ejercicio físico individualizado para ayudar a conseguir el bienestar físico y emocional del paciente?
Me llamo Maite y vivo en Barcelona. En febrero del año pasado me percaté de que se me había inflamado un ganglio de una axila. Fui a urgencias al Hospital Universitari Dexeus de Barcelona y allí me hicieron todo tipo de pruebas. De las mismas, diagnosticaron que tenía cáncer mamario HER2 positivo. Para recibir el tratamiento más efectivo, me dirigí al Hospital de Sant Pau. Ha sido la mejor decisión, ya que dispone del tratamiento más actualizado y de los mejores profesionales en reconstrucción mamaria DIEP. Además más tarde supe que el tratamiento y la operación que me practicaron no los cubría la mutua.
Empecé el tratamiento de quimioterapia desmoralizada porque la primera palabra que te viene a la cabeza cuando te dicen «cáncer» es muerte. Aun así, la quimioterapia tuvo el 100% de éxito. En septiembre me operaron. La intervención fue larga porque se trataba de una mastectomía con reconstrucción mamaria utilizando un trozo de mi abdomen, extirpación de todos los ganglios y una derivación microquirúrgica linfático-venosa para evitar el linfedema. El resultado patológico confirmó la remisión completa del cáncer. Seguí con el protocolo y recibí 25 sesiones de radioterapia. Ahora estoy en fase preventiva con Trastuzumab que finalizará en julio. En enero inicié la recuperación física a través de contratar los servicios de una entrenadora personal especializada.
Durante todo este proceso he echado de menos, sobre todo, acompañamiento en el ámbito psicológico cuando te dan el diagnóstico. Considero, además, que el tratamiento de quimioterapia y de radioterapia es clave para la curación, aunque también es importante que la persona enferma sienta que puede hacer algo por implicarse en la curación y formar parte activa. Puedes cuidar la alimentación y el físico, pero para esto necesitas que una persona especializada te proporcione pautas; igual que con el tema psicológico. He comprobado que cuidando estos aspectos y estando en contacto con la naturaleza, la calidad de vida durante la enfermedad cambia y disminuyen los efectos secundarios asociados a la quimioterapia. Considero que durante el proceso de enfermedad quedan en el aire porque no son responsabilidad del oncólogo.
Me dirijo a los políticos del Parlament de Catalunya, ya que son quienes me representan, para preguntarles: ¿Por qué no se ofrece un acompañamiento que incluya un programa de actividad física individualizado durante el proceso de tratamiento del cáncer con la intención de reforzar el sistema inmunológico de la persona enferma, pero también de fomentar la participación proactiva del paciente en la curación?