En el marco de la UE, España debe hacer una apuesta fuerte por la energía renovable y tiene buenas condiciones para ello. Así se ha posicionado el Parlamento Europeo en distintas ocasiones cuando ha pedido a los Estados aumentar el porcentaje de producción de energías renovables dentro de la cesta energética o cuando apuesta por una descarbonización progresiva. Con algunas de las minas de uranio hemos podido ver que no cumplen con los requisitos que establece la Directiva Marco de Aguas, las distintas Directivas medioambientales e incluso, y esto es peor, no disponen de evaluaciones de impacto medioambiental como requisito previo a su puesta en marcha. En la comisión de peticiones del Parlamento Europeo hemos visto casos de estas malas prácticas, es el caso de la explotación minera de wolframio y estaño de San Finx, en Lousame (A Coruña). También la Comisión Europea abrió en 2017 una investigación contra España sobre una mina de uranio que una multinacional australiana intentaba explotar en Salamanca.