La mayoría de las mujeres recibimos acoso callejero a diario, ¿cuándo piensan tomar enserio esta problemática?

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Mi nombre es Mariam, pero todo el mundo me conoce en redes como Mala Feminista. Hoy vengo a denunciar algo de lo que se ha hablado mucho durante los últimos meses: el acoso callejero que sufrimos las mujeres prácticamente a diario. ¿Por qué no se trabaja para aumentar las condenas en estos casos? ¿Cuándo se ofrecerá una correcta educación sexual desde los colegios para prevenirlo?

Como mujer, tengo que aguantar que me “piropeen” o hagan comentarios sobre mi aspecto físico cuando voy caminando por la calle prácticamente todos los días. Una de las veces que más me asusté fue un día cuando salía de la estación de tren, cargada con mis maletas, para volver a mi casa. Al entrar por la calle en dirección al piso, un señor mayor empezó a “piropearme”. Los comentarios eran bastante asquerosos, así que hubo un momento en el que no me resistí más y le dije que se callara. Entonces él comenzó a insultarme, se levantó y vino detrás de mí. Me asusté mucho y eché a correr como pude. Estuve callejeando para intentar perderle de vista y cuando advertí que ya no me seguía paré y respiré tranquila.

Las mujeres no merecemos esto, no queremos tener miedo al caminar solas por la calle. Ya no hay excusa, ocurre tanto de día como de noche, vistiendo de manera formal o informal, llevando una falda más larga o más corta. Nos abordan en el transporte público, saliendo de un centro comercial o incluso cruzando la esquina de casa. ¡Tenemos derecho a caminar tranquilas!

Me preocupa tremendamente la educación sexual que se está recibiendo en las escuelas. Necesitamos ampliarla para abordar todos los ámbitos más allá de la idea de cómo ponerse un preservativo para evitar embarazos no deseados. Si educáramos a los niños desde pequeños sobre el concepto de género y sexo, los cánones de belleza o la hipersexualización de los cuerpos femeninos y les enseñáramos valores como el respeto y la tolerancia podríamos prevenir situaciones de acoso en un futuro.

Cuando sufrimos acoso callejero, muchas nos sentimos culpables por nuestra forma de vestir o de actuar. Hemos llegado a un punto en el que pensamos que el hecho de que un hombre nos cosifique y nos agreda verbalmente cuando vamos tranquilamente caminando por la calle es culpa nuestra. Yo misma he llegado a taparme con una chaqueta al pasar por determinados lugares para evitar este tipo de situaciones. Esto tiene que cambiar, la culpa no es nuestra sino de ellos por pensar que con sus comentarios nos alagan. No es solo que no nos guste, sino que es algo que nos incomoda y nos hace sentir intranquilas. 

El anteproyecto de ley orgánica de garantía integral de la libertad sexual está muy bien porque reconoce la enorme violencia que recibimos las mujeres a diario y que no se ve ni se tiene en cuenta. Sin embargo, creo que habría que estudiar con detalle cada caso de acoso callejero para imponer una condena u otra. Desde el Ministerio de Igualdad afirman que “el piropo no es delito”, pero tendríamos que analizar cada caso. Si una mujer tiene que pasar todos los días por delante de un bar y debe soportar las miradas o comentarios de los cuatro clientes habituales, posiblemente al final cambie de camino para evitar esa situación. Esto sí es acoso y sí debería de ser tipificado como delito. 

Hay que empezar a tomar en serio esta problemática, porque de ello depende nuestra propia seguridad. Por eso lanzo esta petición hacia las instituciones, para que, por un lado, se trabaje por implementar una correcta y completa educación sexual en todos los centros educativos y, por otro lado, se estudien los casos de acoso callejero de manera particular y los acosadores no queden impunes.

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