Hola a todos, 

Lo primero de todo, gracias por llegar hasta aquí, por leer estas líneas, por interesaros por mi caso y por brindarme vuestro apoyo. Mi nombre es Manoli, soy de Quart de Poblet (Valencia) tengo 52 años y como muchos sabréis, hace un año recibí una de esas noticias que te cambia la vida, la paraliza y te deja en shock. Tenía cáncer de mama y debía entrar en quirófano cuanto antes para evitar que se siguiera expandiendo. 

Todo empezó a partir de una revisión rutinaria. Desde los 38 años yo había tenido pequeños tumores en el pecho, por lo que acudía a revisiones periódicas por prevención. Y así, en octubre de 2019, me comunicaron que uno de los tumores había cambiado. Aun así, no tenía de qué preocuparme porque no era cáncer. Pero me derivaron a otro hospital, lo cual me hizo sentir algo de inseguridad e incertidumbre. Me hicieron todas las pruebas pertinentes en mi nuevo centro y decidieron que no era necesario operarme ya que el tumor no era cancerígeno, lo cual yo agradecí. Tan solo me emplazaron a una nueva revisión 6 meses después.

Tenía que haber acudido en marzo del 2020, pero con la pandemia la revisión se retrasó a finales de mayo y, aquella vez, la situación había cambiado. Una ecografía y una biopsia dejaban ver 3 tumores cancerígenos en el pecho izquierdo y otro en el derecho. En poco más de 6 meses todo lo que era “bueno” había dejado de serlo. Se te viene en mundo encima cuando recibes una noticia así. Mi vida se paraba en seco. Pero al final, solo queda tirar para adelante. El 23 de junio de 2020 me sometí a una doble mastectomía. Limpiaron todo bien y ¡menos mal! Pues aquella intervención me libró de pasar por quimioterapia y radioterapia. Y a día de hoy estoy recuperándome, a la espera de reconstrucción y con el tratamiento de Tamoxifeno. 

Cuando me derivaron al otro hospital sentí miedo y perplejidad, pero hoy doy las gracias porque desde el primer momento me he sentido muy arropada, incluso en medio de la pandemia que hemos vivido, donde las muestras de afecto y cariño se tornaban imposibles por la amenaza del virus. Y, por eso, solo pido que a todos los pacientes que tienen que enfrentarse a una situación como la mía, se nos trate siempre con humanidad. Es quizá lo que en otras ocasiones eché de menos. Para los profesionales médicos podemos ser uno más, un caso igual entre un millón, pero para nosotros es algo único, desconocido y difícil de sobrellevar. 

Por eso desde aquí quiero dirigirme, en primer lugar, a todas las personas que durante este tiempo me han acompañado. Familiares, amigos, seres queridos…he sentido vuestra fuerza en todos y cada uno de los pasos que he dado, y no puedo sentirme más agradecida, tan solo puedo decir ¡gracias! 

Pero no quiero despedirme sin dirigir mi petición a nuestros representantes políticos en las Cortes Valencianas, para que ningún paciente sea tratado como uno más, como un objeto que pasa por tratamientos e intervenciones; y para que la inversión y los esfuerzos en más investigación contra el cáncer no cesen. Hablamos en todo momento de vidas humanas. 

Por todo ello y más: firma y comparte esta campaña. 

Un saludo.