Pregunta para Parlamento de Andalucía
He superado un cáncer de útero que afecta solo a unas 100 personas en el mundo. Estuve cinco años con síntomas. ¿Por qué no se apuesta para la investigación del cáncer y se garantiza el seguimiento de los protocolos para fomentar la detección temprana?
Me llamo Mar y vivo en Canena, un pueblecito de Jaén. En 2016, me detectaron una lesión pre cancerosa llamada displasia. Aunque yo por aquel entonces tenía 24 años y hay un protocolo a seguir para las mujeres que presentan la patología en cuestión y que tienen de 20 a 35 años, no se cumplió conmigo. Los médicos que me trataron consideraron que teniendo en cuenta algunos aspectos como el hecho de que soy una persona joven y que no tengo antecedentes relacionados con el cáncer, la afección desaparecería; es decir, que no tenía que preocuparme.
A principios de 2019, empecé a mostrar episodios de sangrados constantes. Aunque llevaba 10 años tomando pastillas anticonceptivas, los médicos que me visitaron por aquel entonces, creían que se trataba de abortos naturales y no me hacían ningún tipo de prueba. A medianos de abril de 2020, mientras estábamos confinados debido a la afectación de la pandemia de la Covid-19, un día sangre tanto que llegué a marearme. Entonces, mi marido llamó a mi médica de cabecera que, al ver mi historial, consideró necesario pedir que me hicieran una citología urgente. Como los resultados salieron un poco alterados, me practicaron una biopsia; los médicos seguían suponiendo que no se trataría de un cáncer.
Después de trece días de haberme hecho la prueba en cuestión, me llamaron y me indicaron que tenían que darme resultados. Entonces me anunciaron que padecía un cáncer raro que no sabían dónde ubicar. Estuve una época visitándome con unos cuantos médicos hasta que en Jaén, la ginecóloga oncológica me planteó que tenía dos opciones: o bien probar de quedarme embarazada, o bien intervenirme quirúrgicamente para quitarme el aparato reproductor entero. Yo me decanté por la segunda opción; quería seguir viviendo y el tiempo de embarazo no me garantizaba que la enfermedad no siguiera creciendo. Me operaron en agosto y después me sometí a un tratamiento de radioterapia muy invasivo. En estos momentos estoy libre de cáncer y espero que así siga siendo por mucho tiempo.
El proceso de enfermedad por el que he transitado demuestra, en primer lugar, que si los protocolos preestablecidos se hubieran cumplido y se me hubieran hecho las pruebas pertinentes desde el primer momento, me hubiera ahorrado a lo mejor la enfermedad o a lo mejor parte de la agresividad de la misma. Mi patología se hubiera detectado de manera temprana. Además, según algunos estudios, el cáncer que padecí proviene del Virus del Papiloma Humano (VPH); en contraposición, no se hace ningún tipo de cribado a personas jóvenes relacionado con las enfermedades de transmisión sexual y es muy necesario. Considero que con programas de detección de este tipo de virus, se podrían detectar de manera temprana muchos tipos de cáncer, ya que se determinaría la predisposición de las personas y se podría controlar. Finalmente, quiero destacar la dificultad que hay de acceder a ayudas económicas cuando eres paciente oncológica. Yo, como era autónoma, tenía 30 años y tenía coche propio, por ejemplo, no pude ni acceder al servicio de transporte en ambulancia.
Es por todo lo planteado, además de para pedir que se mejore la inversión destinada a la investigación del cáncer, aspecto que considero primordial, por lo que me dirijo a los políticos del Parlamento de Andalucía, ya que son quienes me representan.