Hola, me llamo Mara Escobar, tengo 24 años y soy bisexual abiertamente en redes sociales desde hace poco más de un año. Actualmente tengo casi 150.000 seguidores en TikTok, pero mi cuenta de más de 30.000 seguidores en Instagram fue hackeada por un grupo homófobo, por lo que perdí todo por lo que había estado trabajando hasta ese momento. ¿Qué hicieron las autoridades al respecto? Determinarlo como delito de hackeo, pero nunca como delito de homofobia.

La discriminación en redes que sufrimos el colectivo LGTBI cada vez es mayor. En mi cuenta de TikTok soy muy activa y cada día sufro de insultos por mi condición sexual. Por otra parte, me siento silenciada. Esta plataforma me censura y borra muchos de mis videos solo por expresar lo que siento, por ser fiel a mis principios y expresar mi condición sexual. Y no hablemos de salir en un video besando a alguien de mi mismo sexo. Eso me costó perder muchos de mis videos y, lo que es peor, el tiempo y dedicación que invertí en cada uno de ellos. 

Es cierto que a día de hoy estoy muy contenta con lo que he conseguido en redes, pero por otra parte me siento tremendamente discriminada.  Hasta que expresé abiertamente mi condición sexual, el 60-70% de mis seguidores eran de género masculino. Pero en cuanto decidí abrirme y ser quien soy, el porcentaje bajó hasta cerca de un 10% de hombres frente a un 90% mujeres. 

Fui hackeada por ser yo misma, pero a las autoridades les dio igual, se cruzaron de brazos y no reaccionaron a esto. No reaccionaron pese a que ahí fuera hay un grupo de Telegram de cientos de personas homófobas que en su día a día hacen lo mismo a más gente como yo. Acceden a sus vidas, a sus cuentas y, de un momento a otro, todo en lo que han trabajado durante los últimos meses desaparece sin dejar rastro. Solo por su condición sexual.

Por todo esto me gustaría dirigirme a la Asamblea de Madrid. Porque la discriminación y censura en redes que sufrimos el colectivo LGTBI debe acabar. Porque necesitamos ayuda para poder expresar libremente quiénes somos sin miedo a sufrir por ello. Es importante encontrar soluciones para estas situaciones y ver cambios para sentirnos seguros y apoyados. Necesitamos que luchen con nosotros.