Hola. Me llamo Mari Carmen, vivo con mi hijo y necesito que se anule mi desahucio porque no tenemos donde ir a vivir. 

Yo vivo sola con mi hijo, el cual tiene autismo -83% de discapacidad-. Actualmente solo cobro la ayuda de dependencia de mi hijo. 

El piso en el que vivo, antes era mío de propiedad, pero tuve problemas personales y, finalmente, se lo quedó el banco. Me hicieron un alquiler social y, al principio, sí podía pagar porque cobraba un subsidio, pero después me quitaron las ayudas. 

No podía hacer frente a los pagos mensuales, por lo que ya empezaron a amenazarme con el desahucio. Tuve 2 citaciones judiciales, pero se pararon. Una vez fue porque era fiesta en el juzgado y otra porque no se presentó la parte contraria, es decir, el banco. 

La tercera citación sí tuvo lugar y fue cuando me dijeron que me iban a desahuciar porque la parte contraria no quería que me quedara más tiempo en mi piso. 

Servicios sociales también me ha ayudado mucho por estar en una situación de vulnerabilidad junto a mi hijo, pero esta vez ya nadie ha tenido en cuenta mi posición de vida. 

El día 26 de septiembre fue el momento del desahucio. Mucha gente quiso ayudarme y hubo movimiento para que se paralizara. Mi abogada fue al juzgado para ver si podía pedir amparo y, aunque al principio se negaban, finalmente decidieron pararlo. El desahucio comenzó a las 10:00h de la mañana y nos avisaron sobre las 13:00h. Fueron momentos horribles. 

Tras lo plasmado, lanzo esta petición de urgencia al Parlament de Catalunya para que me den una solución y me ayuden tanto a mi hijo como a mí a vivir en una vivienda digna. 

Yo no quiero que nos lleven a una pensión o un albergue, tal y como me explicaron vía telefónica diciéndome lo que ocurriría. Además, mis cosas las llevaríamos a un trastero y ahí se quedarían. Esto no debería ocurrir, sobre todo, cuando yo he sido una mujer que durante toda mi vida he pagado todo, pero he tenido que dejar de hacerlo porque solo tenía para darle de comer a mi hijo, quien necesita ayudas especiales.

Necesitamos que, además de que la gente tome consciencia de las personas que estamos pasando por una situación tan grave como esta, desde las administraciones nos faciliten un piso donde pueda vivir tranquila con mi hijo. Yo quiero pagar, pero quiero que me aprueben un alquiler social acorde a lo que estoy cobrando. 

De igual forma, necesito que Servicios Sociales me acepte la renta garantizada de urgencia o la renta básica, puesto que esas ayudas no me las han ofrecido. 

En definitiva, necesitamos una solución para que mi hijo -con un 83% de discapacidad- y yo, no nos veamos en la calle en los próximos meses. ¡Todo el mundo tiene derecho a una vivienda digna!