Pregunta para Asamblea de Madrid

Soy Mari Luz y tengo cáncer de mama ¿Por qué no se invierten más recursos en la investigación de esta enfermedad y en que en los hospitales se incluyan terapias alternativas?

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Mari Luz Benenati Pregunta de Mari Luz Benenati

Mi nombre es Mari Luz y tengo cáncer de mama. Todo empezó en julio cuando comenzó a salir sangre del pezón del pecho izquierdo. Yo estaba en Santa Pola, porque mi padre vive allí, y me di cuenta porque manché el bikini. Mi madre falleció de cáncer de mama hace 7 años por lo que no me gustó nada eso. 

A los días tuve que volver a Madrid para ponerme la segunda dosis de la vacuna de la COVID, por lo que aproveché y fui a Urgencias. Allí me sacaron una muestra de esta sangre y me palparon el pecho. Ese mismo mes tenía la revisión anual y tenía cita para una mamografía por lo que me dijeron que si veían algo raro de esa muestra ya me llamarían. 

El pezón seguía segregando líquido pero de ser rojizo pasó a un tono más amarillento. Me dolía bastante y empecé a sentirme muy cansada. Yo tomo pastillas para la endometriosis y cuando bajaba el periodo me cansaba muchísimo.  

En septiembre me llamaron del DEPRECAM, que es el programa de detección precoz del cáncer de mama de la Comunidad de Madrid. Me dijeron que en noviembre debería ir a hacerme una mamografía y una ecografía. Yo ahí me asusté, pero mucha gente me decía que simplemente llamaba porque a partir de los 50 hacían las revisiones. 



En julio yo ya me había hecho una mamografía, pero cuando fui a por los resultados la doctora que me tocó no la encontraba en ningún sitio. Me dijo que hablara con mi médico de cabecera o con los de DEPRECAM. Estos últimos me dijeron que ellos solo se encargaban de las citas no de los resultados. Tuve unas semanas un poco agobiantes porque no sabía aún nada. 

Cuando acudí a mi cita de DEPRECAM me dijeron que yo ya me había hecho una mamografía, que estaba reflejado en el sistema pero que lo que tenía que hacerme era una ecografía. El doctor me dijo que en el pecho izquierdo no veía nada, pero que en el pecho derecho había un nódulo. Era pequeño pero me dijo que llevaría unos 2 años conmigo. Yo no me había dado cuenta incluso si me palpaba no se notaba. 

Quiero hacer hincapié en este punto porque la mamografía no había sido capaz de detectar este tumor pero la ecografía sí, por lo que es muy importante que se hagan ecografías porque es donde sale todo es mucho más preciso. 

El doctor me dijo que deberían hacerme una biopsia pero como ya se acercaban las fiestas de Navidad hasta enero o febrero no me darían cita. El doctor agilizó todo y en 3 o 4 días me llamaron. El 30 de diciembre me hicieron la biopsia.  

El 25 de enero cuando entré en la consulta la oncóloga me dijo que tenía cáncer. Me comentó que lo bueno es que se había pillado a tiempo. Estaba en grado 1 pero había que operar y el tratamiento seguramente iba a ser radioterapia.  

Es un proceso duro porque primero lo tienes que asimilar y luego se lo tienes que contar a tu círculo cercano. Nadie está preparado para recibir esta noticia.  


Me operaron pero para dar ese paso también tienes que mentalizarte de que vas a entrar en un quirófano. De primeras te dan un diagnóstico pero hasta que no te operan y analizan el tumor no saben bien qué va a pasar contigo. Me quitaron el tumor y me dijeron que tuvieron que “limpiar” más de lo que pensaban.  

Otra de las cosas de las que no se habla mucho es de lo complicado que es el postoperatorio. Esa noche fue muy incómoda y no pude dormir casi nada. Además me salió un gran hematoma en el costado. Te recomiendan que te compres un sujetador especial, yo lo compré pero me hizo polvo porque no era el adecuado. La enfermera te dice que el del Carrefour vale pero no es así, tiene que ser más especial. Yo miré cuanto costaba el de tumorectomía y el precio es de 100 euros. No todo el mundo se puede permitir pagar eso, de hecho yo no tenía ese dinero.  

La semana que viene tengo que volver al quirófano porque me tienen que hacer una segunda operación. 

Creo que es fundamental que se invierta más dinero en la investigación de esta enfermedad y en que en los hospitales incluyan terapias alternativas como la música, que vayan músicos a los hospitales aunque sea con un instrumento. La música alimenta el alma y esto es algo que a los pacientes nos ayuda mucho porque nos hace desconectar y disfrutar. También creo que debería haber opción de Reiki (en el Ramón y Cajal está incluido).  

Por supuesto que hace falta inversión en material, que salgas del quirófano y te ofrezca el propio hospital el sujetador de la operación o incluso un pañuelo en la quimio. Una paciente que no puede trabajar o que su vida se ha visto parada por esta enfermedad no puede gastarse tanto dinero.  

Me gustaría que la Asamblea de Madrid tenga en cuenta todas estas peticiones. Invertir en sanidad es invertir en vida.  


 

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