Me llamo María y he sobrevivido a un cáncer de mama.

El verano pasado, a los 40 años, me noté un pequeño bulto en la mama izquierda. En un principio no le di demasiada importancia, ya que yo siempre había tenido los pechos fibrosos. Además, unos meses antes me había hecho una ecografía y los resultados habían sido normales.

Pasado un tiempo empecé a ver que el bulto no se movía, por lo que llamé a mi médico y me dio una cita para el día siguiente. Nada más palparme me derivó a la Unidad de Mama, dónde me realizaron una ecografía y una mamografía. Al ver algo sospechoso, decidieron realizarme en ese mismo momento una biopsia del bulto y de los ganglios de la axila. Pasados dos días me hicieron una resonancia y al poco tiempo me dieron el diagnóstico: tenía un cáncer de mama hormonal.

Para combatir la enfermedad, en primer lugar me practicaron una tumorectomía. El ganglio centinela dio negativo y la recuperación fue muy buena. A continuación, mi oncóloga me pautó 16 ciclos de quimioterapia que me administraron a lo largo de seis meses. Por último, me sometí a 15 sesiones de radioterapia y ahora estoy siguiendo el tratamiento hormonal de los cinco años.

Gracias a los profesionales que me atendieron en Povisa y en la Asociación ADICAM, he llevado todo este proceso relativamente bien, ya que en todo momento me escucharon y resolvieron las dudas que me surgían. Además, desde ADICAM me facilitaron apoyo psicológico y clases de gimnasia adaptada tras la operación. En cambio, también he tenido que asumir costes muy elevados, pues las cremas, la alimentación, los pañuelos o la atención psiquiátrica que necesité no estaban cubiertos por la Seguridad Social.

Por ello, con esta iniciativa pido al Parlamento de Galicia que destine más recursos a la investigación del cáncer y a su diagnóstico precoz; así como al acompañamiento psicológico y al respaldo económico de los pacientes.