Pregunta para Cámara de Diputadas y Diputados de Chile
¿Por qué en vez de crear tantas instituciones de protección de niñez, no se apoya directamente a las familias vulnerables?
Mi nombre es María Raquel Lara Rocha, de profesión profesora, y académica por 45 años en la Universidad de La Frontera, de Temuco, integrando equipos de investigación-extensión universitaria sobre problemáticas de la niñez, y la Cátedra Unesco Bienestar de la Niñez, Juventud, Educación y Sociedad UFRO, UV, UTA en Chile
En todos estos años me he convencido que es muy importante cambiar la lógica sobre la protección de la niñez, para centrarnos en apoyar a las familias vulnerables, que es posible identificar a través de los resultados de los censos. Siento que en la forma que se ha estado haciendo hasta ahora, no se cumple con el marco orientador de los principios y acciones de la Convención de Los Derechos del niño firmado el año 1989, donde los Estados Partes se comprometieron “a velar porque el niño no sea separado de sus padres y viva junto a su familia salvo cuando lo exija su interés superior (como en casos de maltrato o descuido)
Me molesta especialmente que por razones socioeconómicas bebés, niños(as) y adolescentes sean separados de sus padres para vivir institucionalizados. El informe Jeldres decía que 75% de los niños que viven en instituciones provienen de contextos de pobreza o extrema pobreza, por lo cual, creo que para que vivan en sus propios hogares, es mejor ayudar a sus familias de todas las formas posibles.
Ejemplo, si un padre o una madre tiene problemas económicos habría que darles ayuda directa a ellos, proporcionándoles la cantidad de dinero que el Estado está dispuesto a invertir por cada niño en instituciones, no mediante el dañino paternalismo, sino mediante un contrato de capacitación laboral y formación continua, asistencia a jornadas de salud familiar (con participación de todos los integrantes de la familia, incluido los niños), donde se podrá determinar si necesitan ayuda psicológica, psiquiátrica, médica, nutricional, terapia de familia, y orientación o guía sobre las oportunidades de becas, ayudas para postular a vivienda, etc. hasta que pueda se pueda evaluar que ya no necesitan el apoyo económico.
Si por enfermedad crónica de sus padres, como el alcoholismo, la drogadicción, que debieran ser tratadas de la misma forma que se trata la diabetes, los niños deben ser privados de su medio familiar, esto sólo debe ser temporal, resguardando que emitan su propia opinión ante las situaciones que enfrentan. Los Estados deben ayudar a las familias hasta que sean estabilizadas, mediante tratamientos psicológicos, psiquiátricos, tratamientos de salud, terapias, etc., y ayuda económica, hasta que se evalúe que ya no se necesita, aunque por ser enfermedades crónicas, el control de salud será permanente. La separación del niño de su familia debe ser el menos tiempo posible, brindándole especial protección y asistencia mediante modalidades de acogimiento alternativo, como la tuición familiar, y supervisar permanentemente su seguridad- bienestar.
Si la separación del niño de su familia es definitiva, porque está en peligro su vida, o no tiene padres, la institucionalización en ORGANISMOS DEL ESTADO debe ser muy breve, (máximo 6 meses), y ser dado en adopción lo antes posible. Si por alguna razón el niño no es adoptado, se debe asegurar acceso equitativo a la salud mental y física, y a la educación superior, sin egresarlo a los 18 años, sino a los 24 años o a los 28 años, como se les exige por Ley a los padres con hogares normales, siendo cuidados por personas con formación profesional y capacitación continua.
Debemos terminar con la lógica de separar a las familias y velar por el interés superior de los niños y no de los adultos. Ya está super demostrado con todas las investigaciones realizadas, que jamás una ETD (Educadora de trato directo) reemplazará el amor que puede darle una madre o un padre.
Estoy segura también, que, si se ayudara a las familias, disminuirá la delincuencia adulta e infanto-juvenil en nuestro país, porque es la pobreza es la principal causa (aunque no es una ley). Sólo así “se harán efectivos de los derechos de los niños como ciudadanos menores de 18 años”.
Es por esto que me dirijo a la Cámara de Diputados para preguntarles: ¿Por qué, en vez de crear tantas instituciones de protección a la niñez, no se apoya directamente a las familias vulnerables?
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