¿Cuándo se van a potenciar modelos de conciliación para que las mujeres se puedan permitir la especialización tecnológica?
Mi nombre es Marina Delgado, y soy pedagoga. Estudié en Málaga y acabé en 2014, desde entonces me he dedicado a la formación e-learning y a la formación presencial, hasta que llegó la pandemia.
Hace poco que me abrí una cuenta más profesional en Instagram. Fue en ese momento cuando me di cuenta del desconocimiento que tenía de este tipo de herramientas. En su día yo me especialicé en pedagogía laboral y social, pero siempre he enfocado mi carrera profesional más al mundo de herramientas digitales. Siempre me han interesado mucho las nuevas tecnologías, pero veo que hay algo que falla en el sistema.
Creo que, en el país que vivimos, el acceso a la tecnología es casi universal. Pero es verdad, que hay una diferencia entre hombres y mujeres a la hora de la inserción laboral. Es decir en estas áreas hay siempre más hombres que mujeres, y creo que viene a raíz de la educación que se nos da desde pequeños.
En mi caso, al ser madre, cuento con menos tiempo para poder formarme en estos aspectos, y es algo que a día de hoy se está pidiendo cada vez más en el mundo laboral. Esta falta de tiempo es debida a que tengo que dedicarme al cuidado de mi hijo. Es decir, esa brecha digital viene desde el ámbito social porque desde pequeños nos imponen roles de género.
En los colegios se implantó, hace un par de años, la competencia digital, pero no se lleva a cabo de forma práctica. Los docentes empezaron hace poco a usar en las aulas las nuevas tecnologías, e incluso hay personas que todavía están atrasadas en el tema. Si no hay docentes formados en condiciones, difícilmente el alumnado va a poder adquirir las competencias necesarias.
También creo, que es importante que desde pequeños se promueva el mensaje que tanto los chicos como las chicas pueden dedicarse a las tareas domésticas, para que no sea algo en lo que la mujer siempre tenga que tener el papel referente. De este modo se podría resolver uno de los grandes problemas que hay: la conciliación. Sin tiempo las mujeres no pueden dedicarse a su formación y a la obtención de las nuevas habilidades tecnológicas imperantes en el mundo laboral, como la programación.
Por otro lado, creo que faltan referentes femeninos. En la educación hay que promover la visibilización de mujeres que han sido y son pioneras en el ámbito tecnológico. Las niñas desde pequeñas tienen que saber que se pueden dedicar a esa rama, que no es una cosa solo de hombres. Hay que darle más importancia a esto.