Muchas adolescentes todavía piensan que las violaciones en pareja no existen. Necesitamos una educación sexual integral en todos los centros para prevenir la violencia sexual.
Mi nombre es Marina, soy sexóloga y en una parte de mi ámbito profesional me dedico a impartir formaciones en educación sexual y menstrual a jóvenes y adolescentes. He salido realmente impactada de muchas de estas charlas. Especialmente me doy cuenta de que las adolescentes no saben identificar la violencia sexual sobre todo cuando viene dada por parte de la pareja. ¿Cuándo vamos a empezar a dar a la educación sexual la importancia que merece?
Hace unos días se hizo viral un vídeo en el que aparecía una chica en un estado de semi inconsciencia encima de un coche siendo penetrada por un supuesto amigo. Él estaba lo suficientemente consciente como para mantenerse de pie y sonreír mirando a la cámara que grababa esta escena. La chica que graba y sus amigos presenciaron lo que ocurría mientras se reían. Nada les hizo sospechar que se tratara de una violación.
Esta es una reacción mucho más común de lo que pensamos. Cuando imparto las charlas me gusta poner el ejemplo de una escena muy recurrente en el mundo de la pornografía. Se trata de una chica que es penetrada mientras duerme. Al despertarse se muestra encantada e incluso excitada con este comportamiento. Al hablar de ello en clase, la mayoría de los y las adolescentes no lo reconocen como una violación. De hecho, muchos de ellos admiten que no sabían que las violaciones en pareja también existen.
Estudiar el consentimiento, cómo funciona y lo que abarca debería ser asignatura obligatoria. No podemos abordar los diferentes ámbitos que engloba la educación sexual en tan solo una hora y media. Lo ideal sería contar con al menos dos horas para hablar sobre cada apartado, desde la prevención de la violencia sexual, el consentimiento, orientación sexual, prevención de enfermedades de transmisión sexual…
He entrado en clases de segundo de bachillerato que nunca habían tenido una charla de educación sexual, ¿cómo podemos seguir permitiendo esto? Los y las adolescentes tienen muchísimo interés y miles de preguntas sobre el tema, tanto que he tenido que abrir una cuenta de Instagram especialmente para abordar sus dudas y las de las familias. Todavía hay un tabú enorme entorno al sexo que impide que los y las adolescentes puedan abrirse con sus adultos de referencia y preguntar lo que realmente les inquieta.
Además, nos cuesta mucho poder otorgar estos talleres porque muchos ayuntamientos e incluso algunos centros todavía nos censuran. Me han llegado a cancelar talleres porque unos cuantos padres no estaban de acuerdo con el contenido que ofrecía. No podemos permitir que se siga censurando el derecho a la educación. Tenemos que poder hablar de educación sexual con normalidad, es la única manera de acabar con la normalización de la violencia sexual hacia las mujeres.
Con esto me gustaría dirigirme a las instituciones para reivindicar que la educación sexual debería ser parte del currículo escolar y estar integrada en todos los centros educativos con un recorrido que permitiera ofrecer la formación correspondiente para cada etapa. Necesitamos que se impartan unos contenidos comunes consensuados y elaborados por profesionales, independientemente de la ideología política de cada ayuntamiento. La violencia sexual está cada vez más normalizada, REACCIONEMOS.