Imagen: Oak Taylor Smith

Mi nombre es Marina Vargas, soy artista y superviviente de cáncer de mama. Y el 18 de Noviembre del 2019 me diagnosticaron esta enfermedad.

Soy una mujer con carcinoma multicéntrico: tres tumores en el pecho izquierdo de estadio 3 y 4, que miden respectivamente 9mm x 9mm, 7x5x4mm y 7x7x6 mm, además de ganglios axilares izquierdos en la cortical engrosada. Además, soy paciente de una mutación con el oncogen FANCM. Lo que hace, a resumidas cuentas, poder sufrir un cáncer hereditario de mama y ovarios con un riesgo alto. 

Gracias a mi obra artística Intra-Venus visibilice y registré las huella que me dejó mi cáncer a través de mi propio cuerpo: una mujer de menos de 40 años, con mastectomía radical y sin cabello después del tratamiento de quimioterapia, radioterapia y rehabilitación.

Un diagnóstico que coincide en un mismo momento: el físico y el de mi carrera artística. Y que acontece en mi obra artística Intra-Venus. Una obra  en mármol de carrara que ha trascendido no solo como icono artístico para aquellas mujeres que levantan su brazo como protesta social sino que a su vez se ha convertido en una plataforma activista que, con el mismo nombre Intra-Venus, acoge a las mujeres diagnosticadas de cáncer, reflejando su enfermedad y sus carencias sociales.

Desde Intra-Venus se pide, además, tener más respaldo económico para evitar la exclusión social en las pacientes oncológicas. En mi caso, al igual que otras mujeres en tratamiento, tuve que incluir el medicamento Zarzio para subir las defensas durante mis seis sesiones de quimioterapia para mantener mi sistema inmune con algo de fuerza. El Zarzio, tanto por la Seguridad Social como por los seguros privados, tiene un coste de  250€ cada tres semanas. ¿Qué sucede con un paciente que no tiene este dinero para su tratamiento? 

En el 2020 se diagnosticaron 34.088 nuevos casos de cáncer de mama en España, según datos del Sistema Europeo de Información del Cáncer, ECIS. Tras la pandemia del COVID-19, y con mi escucha activa de muchas mujeres mal diagnosticadas o con un diagnóstico tardío por haber sido postergadas por la pandemia y por falta de una mamografía a tiempo, pedimos a través de nuestro colectivo Intra-Venus que se escuche nuestra petición. 

Desde Intra-Venus solicitamos que de una vez por todas se ejecute una ley que nos proteja y ampare, que incluya un respaldo económico de ayudas sociales durante el tratamiento, así como el acceso a una detección temprana con una mamografía a menores de 50, incluyendo una revisión anual. Esto significa tener más control de nuestra salud y salvar más vidas. 

El cáncer de mama es una pandemia de las mujeres y una enfermedad social. Pedimos que se haga un registro de ayudas sociales, impulsando la reinserción laboral de las pacientes porque se nos margina. No se habla de la posibilidad de una recidiva pero la mayor parte de las empresas si conocen nuestra situación oncológica y no contratan a pacientes de cáncer por temor al repunte. Así que de una manera muy discreta se nos considera "cadáveres laborales".

Por ello, me uno a la petición a través del portal Osoigo de mi compañera Haridian, quien acaba de sobrepasar un cáncer de mama y que consiguió un proyecto de No Ley en el Parlamento Canario y firmado de forma unánime por todos los partidos políticos canarios, para la detección precoz de esta enfermedad con una mamografía a mujeres de 45 años, en vez de 50 años, e incluyendo una revisión anual, en vez de dos años.

Visibilizar los procesos y los problemas desde nuestras propias experiencias como pacientes ya es un trabajo de vinculación social muy efectivo.

A la palabra cáncer se les unen las mismas metáforas del pasado y algunas más. NO SOMOS LUCHADORAS, NO ESTAMOS EN GUERRA, NO SOMOS HEROÍNAS, SOMOS MUJERES CON VOZ PROPIA que piden ser visibilizadas socialmente, así como tener una calidad de vida y  que no se le delegue ninguno de sus derechos como persona.

EL CÁNCER NO TERMINA CUANDO FINALIZA EL TRATAMIENTO. NADIE SUPERA CÁNCER. NECESITAMOS MÁS RECURSOS, RESPALDO SOCIAL Y CONCIENCIA COLECTIVA.

Por ello, quiero aprovechar esta campaña para pedirle al Congreso de los Diputados que aumenten las partidas presupuestarias en la investigación del cáncer, que destinen más ayudas sociales a las pacientes oncológicas, que apuesten con una detección precoz y cuenten con la voz de las personas que han pasado por este proceso tan difícil. De esto también tenemos que salir todos juntos, sin dejar a nadie atrás. 

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