Pregunta para Parlamento de Catalunya
Me llamo Marjorie y me diagnosticaron cáncer de mama con 25 años ¿Para cuándo más campañas de detección precoz del cáncer sin importar la edad y poder así salvar miles de vidas?
Me llamo Marjorie y soy de Tarrasa, Barcelona, tengo 27 años y desde el 19 de Abril del 2019 estoy luchando contra el cáncer de mama. Mi historia es un ejemplo de la escasez de pruebas de diagnóstico y de la falta de concienciación, incluso entre algunos de los sanitarios que me han tratado, de la importancia de la detección precoz del cáncer de mama. He decido compartir mi caso para demostrar que el cáncer no tiene edad y que tenemos que actuar en consecuencia.
Todo comenzó en 2018 cuando me noté un bulto en el pecho. Asustada acudí a urgencias donde un especialista le quitó importancia asegurando que era un bulto de grasa. Seguí preocupada y pedí cita con mi médico de cabecera, que me derivó a una ecografía urgente. En la ecografía achacaron el bulto a un golpe, golpe que yo no recordaba haberme dado. El doctor me dijo que me harían una ecografía a los tres meses, pero que no era necesaria una mamografía. Pasados tres meses se repite la historia: “te has debido dar otro golpe vuelve en otros 3 meses”. En la tercera ecografía la cosa cambió. El bulto había cambiado y ahora sí me mandaron hacer una mamografía. POR FIN, pensé.
A los 15 días me hicieron una mamografía y una biopsia. Tuve que esperar otros eternos 15 días a que me citaran para darme los resultados. Llegué a la cita de oncología muy tranquila, segura de que tenía un bulto de grasa. Pero no. “tienes un tumor maligno, tienes cáncer” , fueron las palabras de la oncóloga. Acto seguido me explicó cuál iba a ser mi tratamiento: primero operarme y sacarme el tumor, después quimioterapia y radioterapia.
El tratamiento fui muy duro. Yo solo lloraba, estaba muy asustada. Todo esto era nuevo para mí y para toda mi familia ¡Cómo íbamos a pensar que con 25 años me iban a detectar cáncer!
En medio de la quimioterapia deciden hacerme un estudio genético. El resultado fue positivo en BRCA2, que significa que tengo un porcentaje muy alto de volver a padecer cáncer de mama y ovario. Me plantean realizarme una mastectomía, es decir, una extirpación del tejido mamario y del pezón, y decidí aceptar. No quería volver a pasar todo lo que estaba viviendo.
Me dirijo al Parlamento Catalán para pedirles que de cara a 2021 aumenten las pruebas de diagnóstico y detección precoz también en jóvenes. No podemos esperar a tener 40 años para hacernos la primera mamografía, pues cada vez se diagnostican más casos en edades cercanas a los 20 años.
Si me hubieran hecho la mamografía el día que fui a urgencias mi tratamiento hubiera sido mucho menos agresivo. Además si me hubieran detectado el gen en mi adolescencia hubiera sido posible ponerle remedio a mi enfermedad antes de que se desarrollase, y me hubiera evitado tres pasos por quirófano. Para mí estas soluciones llegan tarde, pero puede que las próximas generaciones de mujeres gocen de estos derechos sanitarios.
Contando mi historia quiero animaros a que os exploréis. Os aconsejo que en el momento que encontréis cualquier anomalía, un bultito en el pecho, como en mi caso, en la axila o en el cuello, o tengáis sangrados anormales, acudáis al médico y, sin miedo, exijáis que os hagan las pruebas oportunas. Aunque seáis jóvenes, aunque penséis que se trata un bultito de grasa o una época de estrés: es mejor prevenir que curar. Hablo desde la experiencia.
Por este motivo, acudo al Parlamento de Cataluña porque soy de Tarrasa y son mis representantes en el Parlamento. Veo necesario que, a pesar de la actual crisis sanitaria, se sigan incrementando las partidas presupuestarias destinadas a investigación y concienciación de esta enfermedad. No se puede recortar en salud y un diagnóstico temprano puede salvar muchas vidas.
Agradezco mucho si apoyáis esta pregunta y difundís la iniciativa por todas vuestras redes. Cada gesto cuenta. Muchas gracias a todos.