Pregunta para Congreso de los diputados
Me llamo Marta Giner, soy sanitaria y tengo un hijo que nació en el espectro autista. ¿Por qué los centros de enseñanza no están preparados para atender a todo tipo de niños? ¡Debe de haber especialistas para atender a niños de educación especial!
Hola. Me llamo Marta Giner, soy sanitaria y tengo un hijo que nació en el espectro autista.
Mi hijo se llama Luca y, actualmente, tiene 7 años. Él crecía muy bien, gateaba, te seguía con la mirada, etc. El problema llegó con el habla, lo comparábamos con otros niños, cuando tenía 1 año aproximadamente, y veíamos que no era capaz de articular ninguna palabra, se expresaba a través de ruidos.
Se lo comentamos a nuestra pediatra y nos derivó al centro de Desarrollo Infantil y Atención Precoz para la valoración de Luca. La psicóloga diagnosticó a nuestro hijo de trastorno del espectro autista. Sentimos dolor, rabia y no sabíamos ni por dónde empezar, pero lo asimilamos rápido y nos pusimos a trabajar con Luca.
Con 2 años empezamos terapia, todo era a través del juego. La terapeuta lo iba estimulando y trabajaban el área del lenguaje. Desde ese momento inicial hasta el día de hoy, realizamos cuatro sesiones de terapia a la semana. Entre ellas hacemos terapia acuática y equinoterapia.
Recibimos algunas ayudas, pero todas las terapias son muy costosas. Llevamos luchando 2 años para que, a través de la ley de la dependencia, nos puedan facilitar otra ayuda que nos vendría muy bien. Nosotros estamos gastándonos mensualmente alrededor de 700€ en terapias. Hemos tenido suerte de poder pagar esos tratamientos, pero me he encontrado con muchas familias que no pueden hacerlo.
Luca ha evolucionado mucho. Él es un niño que tiene mucha capacidad para aprender. Ha descubierto la lectura y se ha dado cuenta de que leyendo aprende. ¡Le encanta!
A nivel físico, es muy ágil e intelectualmente no tiene ningún problema, más allá de los conductuales y emocionales típicos del trastorno. Por ejemplo, no sabe gestionar la frustración todavía, pero lo conseguirá.
Luca está en una escuela pública y pienso que eso es lo ideal. Todos los niños deben ir a los mismos colegios, a no ser que, a consecuencia de un trastorno, síndrome o enfermedad graves, tengan que ir a centros especializados. Todos los centros docentes deben estar preparados para educar a todos los niños independientemente de su condición.
Mi lema siempre ha sido que, en realidad, todos somos únicos. Muchas veces la diferencia asusta y ahí vienen los problemas de discriminación y bullying. Para que haya una normalidad como tal, todos los niños deben conocer que existen diferentes realidades y no pasa absolutamente nada. Hay que educar en la diferencia y enseñar a convivir en la diversidad.
Además, he escrito un cuento que se titula ‘Yo, Luca’ para sensibilizar y dar a conocer cómo es un niño con TEA. La historia muestra el ser maravilloso que es mi hijo Luca, haciéndolo brillar y transformándolo en imágenes llenas de color y encanto. Es necesario que los niños y niñas lectoras comprendan desde pequeños que hay diferencias, pero que todos somos iguales. ¡Y que es fascinante ser único! Ha sido una experiencia muy bonita y enriquecedora.
Es, tras todo lo plasmado en esta propuesta y como madre de un niño en el espectro autista, por lo que lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados para que todos los centros de enseñanza estén preparados para todo tipo de niños. Debe de haber especialistas en todas las escuelas para atender a niños de educación especial.
De igual forma, necesitamos ayudas para que las familias que estén en una situación similar a la nuestra, puedan tener tratamientos para sus hijos. Y, sobre todo, faltan centros de diagnóstico precoz, ya que los pocos que hay están saturados, y es fundamental para el desarrollo futuro de nuestros pequeños.