Mientras caminaba por la calle un repartidor de Uber Eats me tocó el culo. ¿Qué se está haciendo para prevenir y condenar este tipo de acoso hacia las mujeres?

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Me llamo Marta, vivo en Sevilla y hace poco menos de un año sufrí un episodio de acoso callejero por parte de un repartidor de Uber Eats. El chico, mucho mayor que yo, me persiguió durante unos quince minutos sin que yo me diera cuenta y cuando paró en un semáforo me tocó el culo. ¿Qué se está haciendo para prevenir y condenar este tipo de acoso?

Volvía de clase tranquilamente mientras fumaba y un repartidor de Uber Eats comenzó a chistarme. Acto seguido me pidió un cigarro. Yo le dije que no tenía más y me giré para seguir mi camino. A él parece que no le sentó bien y escuché como soltaba comentarios entre dientes, pero no le di demasiada importancia. 

Por aquel entonces yo tenía 19 años y él tendría más de 30. Me asusté un poco por su reacción, pero seguí mi camino. Estaba anocheciendo, pero todavía no habían encendido las farolas así que no estaba muy pendiente de lo que pasaba a mi alrededor. De pronto noté que alguien me metía la mano por debajo de la sudadera que llevaba atada a la cintura. Me giré y vi que era el mismo repartidor que me había chistado un rato antes. Me enfadé mucho y empecé a gritarle, pero él se fue rápidamente con la bici y pronto le perdí la pista.

Un hombre que iba subido en una moto me vio y me preguntó que qué me había pasado: “¿te ha robado el bolso?”, me dijo. Le contesté que no, que me había tocado el culo y su respuesta dejó bastante que desear: “ah vale, que susto, pensaba que te había hecho algo”. Esto es un claro reflejo de la sociedad en la que vivimos. Nadie se escandaliza por que nos acosen en plena calle. Los hombres creen que tienen derecho a decirnos lo que quieran, es más, incluso creen que nos gusta. 

Para una persona que además ha sufrido abusos sexuales anteriormente el acoso callejero puede resultar muy difícil de gestionar. Yo misma me sentí muy sucia después de aquello. Las mujeres seguimos culpándonos por ser acosadas o abusadas. Esto no puede seguir así, la sociedad tiene que cambiar. Deberían de plantearse cursos de reinserción para los hombres que acosan a mujeres en la vía pública. 

Además, creo que se debería de trabajar en la prevención de estos comportamientos machistas desde los colegios e institutos. Queremos poder caminar libres por la calle. Las condenas todavía son insuficientes, necesitamos un cambio desde la raíz del problema. Hoy lanzo esta petición por mi seguridad y por la de todas las mujeres que alguna vez hayan sufrido algún tipo de acoso o abuso tanto por parte de un desconocido como por parte de un amigo, un conocido o incluso una pareja. Tenemos que tratar este tema con prioridad.

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