Mi nombre es Marta y tengo TDAH. Me diagnosticaron este trastorno igual que a mi hijo, con la diferencia de que él era un niño y yo una adulta. El TDAH se vuelve invisible en la etapa adulta de la vida, aunque eso no significa que no EXISTA. Por eso me he animado a crear un canal en YouTube y una cuenta en Instagram, Mujeres al borde del tdah, para visibilizar y normalizar el TDAH en adultos.

Mi hijo Alberto fue diagnosticado con TDAH hace varios años.  Ya cuando tenía seis, le comenté a su profesora que algo le ocurría. La respuesta de su profesora fue contundente: Alberto es un vago.

Así que en el colegio solo conté con la ayuda del logopeda del AMPA. A los ocho años fue cuando llevé los primeros informes de especialistas privados y con nueve le hicieron repetir porque, según los profesores, no era maduro. Alberto necesitaba refuerzo positivo porque con TDAH la autoestima es muy baja, pero el colegio no lo entendió: era vago, no llegaba a las notas, se despistaba… en lugar de ser un reto, para la mayoría de los profesores era un problema.

Al final tuve que hacerle las pruebas por lo privado a pesar de que son carísimas, ponerle profesor particular, logopeda, optometrista… y cambiar de colegio. Ahora, con 18 años, Alberto está a punto de ir a la Universidad gracias a la ayuda de muchos profesionales con los que hemos podido contar en centros privados. Le han cambiado la vida. 

Sin embargo, no todas las personas cuentan con la ayuda económica que yo le he podido brindar a mi hijo. Por eso, exijo a la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid que ofrezca más medios y formación al profesorado así como orientadores en todas las etapas de la educación para que detecten y ayuden a afrontar este tipo de problema.