Me llamo Marta, tengo 44 años y soy de Madrid. Mi historia es un claro ejemplo de cómo las personas que padecemos cáncer somos legalmente discriminados.
 

Cuando tenía 41 años mi vida cambió radicalmente, me diagnosticaron cáncer de mama metastásico. Vivía una vida en la que no era feliz, el cáncer me hizo darme cuenta de la caducidad de los días. Fui valiente y decidí luchar por mi felicidad, poniendo en primer lugar fin a mi matrimonio. 

No fuimos capaces de llegar a un acuerdo ni de bienes gananciales ni sobre la custodia de nuestros hijos, así que nos vimos abocados a recurrir al juzgado.  La sentencia daba la custodia al padre de mis hijos. La sentencia indicaba “hemos de decantarnos al momento presente por la custodio paterna al entender que es el sistema de custodia más positivo y estable para los hijos al momento actual, sin perjuicio de poder modificar este pronunciamiento si se modifican las circunstancias”. 

Pasaron 11 meses hasta que firmamos un acuerdo de custodia compartida basada en una liquidación de bienes gananciales. 
En estos meses era una invitada a la vida de mis hijos, estaba bajo el yugo del padre, no podía decidir ni participar de la vida de ellos. 
Compré con dinero a mis hijos.  

Me dirijo a la Asamblea de Madrid para preguntarles a los políticos para cuándo una revisión de los derechos de las personas enfermas para que se deje de discriminarnos en este tipo de cuestiones legales. 

Como ciudadana de la Comunidad de Madrid acudo a mis representantes políticos para que empaticen con nuestra situación. La lucha contra el cáncer es dura, pero si aún encima tenemos que luchar también contra la administración la situación acaba por superarnos. A mí me superó, pero supe remontar. Pido que se tomen medidas legales para que se respeten los derechos de las personas que padecen cáncer y que se enfrentan a este tipo de causas judiciales.

Agradezco mucho si apoyáis esta pregunta y difundís la iniciativa por todas vuestras redes. Cada gesto cuenta. Muchas gracias a todos.