La Pedagogía Hospitalaria inició con la necesidad de ofrecer a los niños que enfermaban una posibilidad de continuar con su currículo educativo y evitar que esos largos periodos de no asistencia a la escuela, dificultasen su aprendizaje académico y se vieran marginados. Esta necesidad se centró exclusivamente en el ámbito escolar y es por ello que a nivel legislativo, desde el Ministerio de Educación y Cultura se crearon las “Aulas hospitalarias”, mayoritariamente en las plantas de pediatría, para cumplir con el derecho de recibir educación para los niños hospitalizados.

La competencia sobre las Aulas hospitalarias se derivó a cada comunidad autónoma (competencias en materia de educación y sanidad), por lo que actualmente no hay una normativa estatal, más allá de la obligatoriedad de habilitar una aula hospitalaria, que englobe las diferentes actuaciones que se deberían realizar en relación a la pedagogía hospitalaria.

En el RD 1/2013, de 29 de noviembre, Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social en su artículo 20 recoge: “Los hospitales infantiles, de rehabilitación y aquellos que tengan servicios pediátricos permanentes, ya sean de titularidad pública o privada que regularmente ocupen al menos la mitad de sus camas con pacientes cuya estancia y atención sanitaria sean financiadas con cargo a recursos públicos, deberán contar con una sección pedagógica para prevenir y evitar la marginación del proceso educativo de los alumnos de edad escolar ingresados en dichos hospitales.”

 Con el paso de los años, la pedagogía hospitalaria ha derivado hacia una atención más transversal en diferentes áreas (educativa, psicológica, asistencial, social, familiar, etc.) en la que se pretende mejorar la calidad de vida del paciente y su familia durante la hospitalización y la enfermedad, y se adapte en su vida cotidiana superado el periodo de estancia en el hospital y su enfermedad. Es decir, que la pedagogía hospitalaria se centra tanto en el desarrollo motriz, cognitivo, como en el desarrollo afectivo y social del paciente y su entorno más próximo.

Actualmente en España, los profesionales que desarrollan su profesión en las aulas hospitalarias son profesores de educación infantil y secundaria, con formación y perfiles diferentes. En los grados universitarios de profesorado no se imparten materias que preparen a los futuros docentes para trabajar en el ámbito hospitalario. Si es verdad que en algunas universidades existen asignaturas optativas sobre esta temática y que desde 2014 en la Universidad de Barcelona exista un Máster universitario de Pedagogía Hospitalaria, pero es una realidad que los profesionales que acaban atendiendo a los niños hospitalizados no están especializados en este ámbito.

Adicionalmente, en muchos hospitales se han estado habilitando “espacios” dentro las aulas hospitalarias de “prácticas” para pedagogos, educadores sociales y maestros, que a través de asociaciones y entidades, pueden realizar proyectos concretos de corta duración.

Este hecho demuestra la necesidad actual de, por un lado incluir esta materia en el grado universitario de educación infantil, primaria y profesorado de secundaria, puesto que son los únicos perfiles profesionales que pueden acceder a las aulas hospitalarias; y por otro lado, el de ampliar la normativa vigente, hacia un concepto mucho más amplio que es la Pedagogía hospitalaria, y no únicamente regular el ámbito escolar con las aulas hospitalarias.

En muchos países, se han desarrollado programas de humanización del entorno sanitario, sobretodo en el ámbito de atención pediátrica, en el que la figura del pedagogo/a es fundamental para el seguimiento de los niños hospitalizados y para contribuir en la mejora de su salud durante su hospitalización y enfermedad (física y mental).

Sirva todo lo mencionado para poner en contexto la petición que realizamos dos pedagogas para la regulación estatal de las aulas hospitalarias: una normativa estatal que regule las aulas hospitalarias incluyendo a la figura de pedagogo como profesional imprescindible ya que cuenta con las competencias necesarias para esa importante labor

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