Tengo miedo de que mi hija sea víctima de sumisión química en un futuro. ¿Qué medidas de protección se están ofreciendo desde las instituciones?
Mi nombre es Mari Cruz y soy madre de una chica de 16 años. Tras escuchar las noticias de abusos por sumisión química que han sucedido en los últimos meses decidí investigar y le compré a mi hija una funda para el vaso. Esta medida preventiva está muy bien y ojalá más gente la conociera, pero ¿qué se está haciendo desde las instituciones para impedir que sucedan estos abusos?
Mi preocupación creció con el incremento de casos de abusos sexuales por sumisión química. Empecé a investigar y a preguntar a personas que trabajan en el mundo de la noche y me sorprendí de la cantidad de casos que existen, pero siguen siendo invisibilizados. Muchas de las chicas se sienten culpables o incluso se encuentran confundidas por lo ocurrido y deciden no denunciar. ¡Tenemos que acabar con esto!
Los profesionales que atienden este tipo de casos deberían de formarse para recibir a las chicas como es debido y hacer que se sientan seguras a la hora de ir a denunciar.
Como madre, empecé a hablar sobre esta preocupación a través de mis redes sociales. Quiero poner las fundas para los vasos al alcance de todas para que se sientan más seguras a la hora de salir. Fue mi propia hija la que me dio la idea, me dijo que lo había visto en un vídeo y que con esta herramienta se sentiría “más segura”.
Yo ya estoy aportando mi granito de arena, ahora me pregunto, ¿qué están haciendo desde las administraciones públicas? Creo que se necesita más protección por parte de los propios locales de ocio nocturno, ellos deberían ser los responsables de controlar que este tipo de situaciones no ocurrieran en sus salas de fiesta.
Por otro lado, necesitamos más educación y concienciación sobre esta problemática. No basta solo con decirles a ellas que tengan cuidado, hay que advertirles a ellos que no están bien hacerlo. Tener un grupo de amigos y amigas sensibilizados con el tema puede salvarte en muchas ocasiones. La mayoría de los casos en los que se ha evitado una desgracia ha sido gracias a que el grupo de amigos se ha dado cuenta de lo que estaba pasando.
Lanzo esta petición como mujer y como madre para que las instituciones se tomen más en serio los casos de sumisión química. No podemos seguir mirando hacia otro lado. BASTA YA, ACTUEMOS.