Me llamo Melissa, vivo en Sevilla y tengo dos hijo con Autismo. El mayor tiene 20 años, pero yo sabía que algo pasaba desde antes de que cumpliera el año, a los dos nos dieron el diagnóstico; con el pequeño, en cambio, el diagnóstico no llegó hasta los 4. Fue un tremendo palo enterarme de ambos casos, pero el segundo fue mucho más inesperado

Lo más complicado del día a día, ese hecho de que todo tenga que estar perfectamente organizado, con sus rutinas para que no se frustren, además, los cambios de tiempo les afectan enormemente, aunque eso es algo más llevadero. El mayor va a terapia dos veces a la semana de logopedia y psicología, eso ya supone unos 200 euros mensuales; el pequeño va a las mismas que el hermano, y aparte, acude a otras dos sesiones de fisioterapia porque tiene encefalopatía epiléptica, las crisis que le dan le han afectado la masa muscular; todo esto supone otros 400 euros al mes.

La mayor carencia que notamos, es que la sociedad todavía no es capaz de empatizar con estas personas, terminan su etapa escolar y se olvidan de ellos; las madres luchamos constantemente. Este curso, es el último del mayor de instituto y estoy peleando para lograr que lo dejen otro mas, de no ser así, no sé que vamos a hacer porque en mi pueblo no hay prácticamente opciones.

Necesitamos ayudas para todas las terapias que necesitan, el fisioterapeuta no lo cubre la beca y es enormemente caro; también queremos aumentar la edad escolar porque es lo que necesitan estos niños. Finalmente, me gustaría pedir que hicieran más actividades de ocio como deporte para ellos, les viene enormemente bien y en núcleos urbanos tan reducidos como el nuestro, no tenemos casi opciones.