Pregunta para Congreso de los diputados
Soy enfermera y quiero que por fin se invierta en las especialidades, ahorraríamos un montón de dinero. ¿Por qué siguen poniendo en riesgo la salud de los pacientes y de los profesionales que estamos detrás?
Mi nombre es María, actualmente soy enfermera interna residente y estoy especializándome en enfermería familiar y comunitaria (atención primaria). Nací en un pequeño pueblo de Cádiz, pero vine a formarme a Madrid, en concreto, a la Universidad Autónoma. Tras ello, quise continuar formándome para poder ofrecer el mejor servicio a nuestros pacientes. Amo mi profesión, y como cualquier otra, es fundamental que estemos en constante formación, aprendiendo, investigando y mejorando. Mucho se ha hablado y se continúa hablando de la desmotivación del colectivo enfermero, y me gustaría que me leyeseis para hablaros del POR QUÉ, SÍ, en MAYÚSCULAS estamos desmotivados.
No sólo quiero hablar de las malas condiciones que disponemos los enfermer@s de hoy en días, con contratos efímeros de días en diferentes servicios y lo que supone esto, no sólo para el profesional a nivel psicológico, sino para la seguridad del paciente. No sólo quiero hablar de los enlaces de contratos cortos en los que no generas días, y vuelta a empezar, lo que se traduce, en que nunca descansas y no generas una estabilidad económica. No sólo quiero hablar de lo que es vivir pegado al teléfono, con la ansiedad de que te llamen de bolsa para cubrir un servicio hoy mismo y si no te penalizan meses o hasta un año sin poder trabajar. No sólo quiero hablaros de que peligra nuestra salud mental, ya que dos tercios de enferme@s han sufrido episodios graves de ansiedad durante la pandemia y una encuesta del Consejo General de Enfermería muestra que casi la mitad de enfermer@s han barajado la posibilidad de abandonar la profesión.
No sólo quiero hablaros de que España sólo tiene 5.3 enfermeras por cada 100.000 habitantes, apareciendo en la cola de países de la Unión Europea (UE), cuando la media de la UE es 8.8 enfermeras por cada 100.00 habitantes. Sin embargo, España es uno de los países europeos con más políticos por cada habitante, es decir 9 políticos por 100.000 habitantes. Por ello, yo me planteo ¿Puede una enfermera de atención primaria cuidar a un cupo de 4000 pacientes? ¿Puede una enfermera de planta cuidar a 20-28 pacientes ella sola? ¿Puede una enfermera en una residencia de ancianos cuidar ella sola de 150 residentes? Son circunstancias en las que me he visto involucrada o bien me las han contado mis compañeras. Os pregunto entonces, ¿qué está fallando?
¿Estás sorprendido? ¿Conocías esta realidad de la enfermería española? Espero que esta realidad os invite a reflexionar y que lo que escriba hoy no se quede en meras palabras. Pero hoy, mi cometido no sólo es hablar de la precariedad de nuestras condiciones laborales. Hoy mi objetivo va mucho más, y quiero poner de manifiesto que NO VALEMOS PARA TODO. Muchos pacientes se quedan asombrados en consulta, cuando les explico que las enfermeras, SÍ, también nos especializarnos
Nos situamos en abril del año de 2005; hacía 28 años que la titulación de enfermería era universitaria como diplomatura y al fin, aparece una norma que regula la especialización de enfermería, el Real Decreto 450/2005, de 22 de abril, sobre especialidades de enfermería. En la actualidad, solo contamos con 7 especialidades regladas (Matrona, Salud mental, Familiar y Comunitaria, Pediatría, Trabajo, Geriatría, Cuidados Médico - quirúrgicos) y muchas más, no regladas. Me pregunto, ¿Es necesario justificar las especialidades enfermeras?
Rotundamente, ¡SÍ! Pero no quiero exponer solo mi experiencia o la de muchos de mis compañeros. considero que es fundamental basarnos en la EVIDENCIA, y no en las ocurrencias o en el oportunismo. Muchas organizaciones y sociedades científicas que durante años argumentaron la necesidad de las especialidades enfermeras, como un recurso muy valioso para nuestra sociedad. No sé vosotros, pero yo personalmente si mañana tengo una accidente de tráfico me gustaría que me atendiese en la calle una enfermera con la máxima cualificación posible, si me tuviesen que operar, me gustaría una enfermera de quirógrafo con la máxima cualificación posible, posteriormente, si me cuidara una enfermera en la UCI, yo quiero que me cuide una enfermera con la máxima cualificación posible, o si mi hij@ se pone malo quiero que una enfermera con cualificación en pediatría le dispensara los mejores cuidados. Igualmente, si os tienen que operar del corazón os gustaría que os operase un cirujano especializado en cardiología y no un traumatólogo. Es razonable ¿no?
Pero dejando de lado, el sentido común, sin perder el coste/ eficacia respecto a los beneficios y los costes económicos que aportan a la atención sanitaria de la población. Respecto a la carga económica que la formación de los futuros especialistas va a suponer para el sistema sanitario, estos van a tener un contrato de formación, por lo que además de adquirir actitudes, habilidades y conocimientos necesarios, van a realizar un cometido laboral efectivo. El incremento que puede suponer para las actuales planillas de enfermería la presencia de profesionales en formación especializada no parece ningún exceso, así lo demuestra la evidencia.
Por tanto, me gustaría preguntarle a los políticos y gerentes… ¿Consideras que estoy cualificada para TODO a cualquier PRECIO? ¿Consideras que podemos ofrecer unos cuidados de calidad sin formación específica en cada área? ¿Consideras que me siento segura trabajando sin una formación previa de calidad? ¿Consideras que me siento motivada para dar lo mejor de mí en unidades que NO me apasionan? ¿Consideras que puedo sacar todo mi potencial en unidades para las que no estoy preparada?
Pero lo peor no se queda ahí. No sólo son las pocas plazas ofertadas cada año, para poder optar a ser ENFERMERO ESPECIALISTA, 1.822 plazas se ofertaron este año, para ser exactos. Sino tras dos duros años de formación, terminarla y no poder optar a un puesto de trabajo en tu ámbito de especialización. ¿Tú le ves sentido? Porque yo no, es decir, el estado se gasta dinero en mí en formarme en un ámbito y luego no puedo acceder a mi puesto de trabajo.
Otra situación es la de muchos enfermeros que quieren seguir formándose en otras especialidades no reconocidas por el Ministerio y tiene que pagarse Máster, expertos, etc. y se ven en la misma situación. No les van a servir para poder trabajar de ello. Con esto solo se consigue que la gente se forme y el que se forme se frustre. Además, el hecho de que exista una bolsa de empleo dónde lo importante es el número total de puntos, es un agravio enorme. No se tienen en cuenta de dónde los obtienes, ni se dividen por ramas de conocimiento, ni tampoco por complejidad.
Ojalá algún día, nuestros políticos entiendan que la SANIDAD como un recurso en el que hay que actuar a largo plazo, no en el corto. Necesitamos sanitarios, sí, pero sobre todo MOTIVADOS, porque se vienen duros retos a nivel de la salud. Cada vez, los enfermeros tenemos más competencias, ahora más que nunca es fundamental la especialización a los nuevos contextos que se vienen. NO PODEMOS SEGUIR ASÍ, con esta inestabilidad y este agotamiento. La gente está muy cansada y necesita un cambio. Los pacientes necesitan ser tratados como realmente se merecen. Se habla mucho de HUMANIZACIÓN, pero con estas ratios pacientes/enfermera es MUY COMPLICADO. Porque no solo queremos formación y trabajo de calidad, es que queremos brindar mejores cuidados a las personas, eje central de nuestro trabajo.
Porque sí, esta es la realidad de la Enfermería desde hace años. Una realidad que se ha agudizado y empeorado con la pandemia COVID-19. Somos personas, y lo todavía más preocupante, es que trabajamos cuidando a personas. Firma esta iniciativa, #ParaUnMejorCuidado porque una mejor SANIDAD nos compete a TODOS como sociedad.