Somos Metabolismo y Células Madres Tumorales, un grupo de científicas zaragozanas que, desde 2017, nos dedicamos a investigar el cáncer de páncreas.

En la actualidad, una persona diagnosticada de cáncer de páncreas tiene una media de vida de menos de un año. Esto es motivado por dos factores principales: el diagnóstico tardío y el olvido al que este tipo de cáncer se ha visto abocado durante años.

La tardanza en el diagnóstico del cáncer de páncreas (como con cualquiera de ellos, aunque este en especial) es crucial. El problema que se presenta es que sus síntomas son muy generales y que, en un simple vistazo, podría asociarse a cualquier otra patología; entre ellos podría encontrarse un malestar continuo a nivel gastrointestinal, vómitos espontáneos y sin mayor motivo o un dolor continuo en el costado, este último quizá más concreto. 

Desde aquí pedimos tanto al público general como a los médicos de atención primaria que estén más atentos a este tipo de cuadros sintomáticos, porque, insistimos, un diagnóstico a tiempo significa una vida más.

Las pruebas por imagen son los principales exámenes que pueden descartar una enfermedad más grave en este ámbito, por lo que, ante este tipo de cuadros, es muy importante que se derive al paciente al especialista.

El cáncer de páncreas es muy agresivo debido a su posición y a su fácil propagación, ya que es capaz de causar metástasis en órganos tan vitales como los pulmones y el hígado. Es por ello que, en un determinado estado (que es en el que se suele detectar) ya no es posible la intervención.

Igualmente, operar a una persona con esta patología es también muy invasivo, ya que son operaciones que, por lo general, suelen saldarse con parte del estómago, parte del intestino y, por supuesto, del páncreas.

El otro gran problema es que esta enfermedad, debido a su poca asiduidad, se ha quedado “olvidada” a lo largo de los años. Esto hace que muchos de los tratamientos disponibles para su curación sean los mismos que hace unos veinte o treinta años, y la mayoría de tumores son muy resistente a los tratamientos de quimio existentes. Nosotras trabajamos a destajo para que la cura contra el cáncer de páncreas sea cada vez algo más factible, pero las investigaciones avanzan con mucha lentitud debido a la falta de fondos para investigar.

La comunidad científica ha conseguido ampliar la esperanza de vida de estos pacientes unos tres meses, lo que, aunque a simple vista pueda parecer irrisorio, es mucho.

Esta campaña que lanzamos se centra, especialmente, en pedir que se preste más atención a los síntomas que derivan del cáncer de páncreas, pero también queremos hacer incidencia en la importancia que una mayor inversión pública puede ayudar en el avance de nuestros estudios. 

Como hemos explicado, la investigación sobre el cáncer de páncreas se está incrementando lentamente desde hace poco, y tenemos que subsanar las consecuencias de un prolongado olvido hacia él durante muchos años.