Ella es la persona más risueña que conocemos, la que más alegrías nos da cada día y quien mantiene nuestra fuerza para afrontar las dificultades de convivir con el autismo. 

Una condición de la que hemos conseguido diagnóstico hace tan solo un año de forma privada abonando casi 1.000 euros, con muchísimo esfuerzo económico, y pidiendo ayuda a familiares y amigos a nuestro pesar. 

Es por ello que lanzamos esta petición, para que el conocimiento del autismo en el sistema sanitario sea mayor para poder realizar una detección precoz, y conseguir informes médicos con un diagnostico que nos facilite el acceso a ayudas que nos pertenecen de pleno derecho para la evolución de nuestros hij@s. Ya que la salud mental de las familias no se tiene en cuenta, que por lo menos faciliten esta gestión a nuestros hijos. 

La primera batalla que afrontamos esa, y luego la de la negación, la de no querer admitir que tendremos que pasar por una valoración de discapacidad, y que su vida siempre será complicada. Lo que acaba derivando en ansiedad, depresión y soledad, cuando no sabes cómo ayudar a tu hija. Hasta que te ves obligado a cambiar la visión idealizada que tenías prevista de tu vida, y decides ver las cosas maravillosas que te puede dar vivir en el espectro a cada logro conseguido.

Distintas formas de conocer y percibir la realidad, en un mundo que también debe adaptarse a ellos.