Mi nombre es Antonieta y soy víctima de una violación, digo soy porque mi agresor sigue libre y porque en mi caso el Estado chileno me ha fallado. 

Fui drogada y llevada a un motel donde ocurrió este hecho en contra de mi voluntad, pese a las pruebas existentes mi agresor quedó libre, ni siquiera quedó en prisión preventiva siendo que es evidente que es un riesgo para la sociedad y sobre todo para las mujeres. Mi caso no es aislado, ya que me he enterado que este modus operandi es recurrente. 

El tener conocimiento de que mi violador está libre y que hasta el  propio abogado que contratamos en un comienzo fue negligente conmigo al no decirme la verdad sobre mi caso, me dan el valor para poder hacer público lo que me ocurrió para que en Chile se tome conciencia que la justicia no está actuando ante estos delitos.

Esta situación es un secreto a voces en el país, hemos normalizado ser drogadas, violadas, violentadas y asesinadas porque la justicia chilena se encarga de no hacer nada al respecto, razón por la cual muchas mujeres prefieren quedarse calladas con su dolor o incluso quitarse la vida como hemos sido testigos. 

Las políticas públicas contra las violaciones y la violencia, en general a la mujer, son una vergüenza, el movimiento feminista se ha utilizado como objeto de marketing y aprovechamiento político, y no como la lucha social que realmente esta detrás de él. A pesar de que lo que realmente importa es la protección de las víctimas de estos delitos, me duele mucho darme cuenta que esto se queda en el discurso, porque realmente no están haciendo nada al respecto. Un profesor en signo de protesta por la desigualdad es tomado preso y un violador es dejado en libertad a menos de un día por una jueza mujer y la mismísima Corte de Apelaciones.

El Estado de Chile me falló en todos los puntos, en todos. La PDI filtró mis videos sin consentimiento a un canal de tv y nunca fue capaz de darme información, ni investigar en profundidad mi caso, el abogado que contratamos me mintió, los jueces y los ministros teniendo pruebas suficientes para poder dejar a este sujeto en prisión preventiva o al menos  con arresto domiciliario mientras dure la investigación, decidieron dejarlo libre a menos de un día del caso, sólo con arraigo nacional y firma mensual.

Por esto mi pregunta dirigida a la ministra de la Mujer y Equidad de Genero es:  si la lucha feminista es un tema que está constantemente en la palestra y sabiendo que la violencia contra la mujer es, supuestamente, repudiada ¿Por qué las penas son bajas y las medidas de protección son insuficientes?  Creo que a esta altura de la discusión las penas deberían ser ejemplificadoras, para evitar que estos criminales sigan cometiendo estos delitos. 

Espero que no tengamos que seguir buscando justicia por nuestras propias manos y medios, que las mujeres no tengan que terminar exponiéndose como yo para lograr ser escuchadas. Que no tengamos que transformar cada injusticia en un circo mediático para ser escuchadas, y  que hagan su trabajo, el que debe ser dictar penas realmente duras y altas para las personas que cometen este tipo de delitos.

Las y los invitamos a firmar esta campaña para que las mujeres no tengamos que seguir exponiéndonos para lograr justicia. Necesitamos la participación de todas y todos ustedes, ya que, si conseguimos los apoyos, esta pregunta llegará a las autoridades y nos tendrán que dar una respuesta en esta misma web. Ayúdanos haciendo clic en el botón “apoyar” y difundiendo esta pregunta para seguir luchando contra la violencia hacia la mujer.