Soy Nerea y vivir el acoso escolar en mis propias carnes ha conseguido que no tenga las mismas capacidades para relacionarme con hombres que con mujeres. Hemos llegado a normalizar el acoso escolar hasta tal punto que las propias personas que lo sufrimos no llegamos a identificarlo hasta años después. ¿Cuándo se dejará de normalizar el acoso escolar y se tomaran medidas reales al respecto en colegios e institutos?

En teoría hay muchas escuelas que tienen planes de actuación frente al acoso escolar, pero la realidad es que en la práctica no funcionan o ni siquiera se llevan a cabo. Toda esta situación ha empeorado a raíz del uso de las nuevas tecnologías ya que ahora los insultos, las burlas, los desprecios… no se quedan solo en el aula, sino que se traslada a toda tu zona de confort a través de Internet. Esto quiere decir que, en vez de erradicarse, el acoso se sigue expandiendo. 

En los centros escolares siguen tachando esto como “cosa de niños” y haciendo la vista gorda frente al problema, cuando realmente es algo que debería de tratarse desde la raíz. En mi caso sobre todo me afectó a la hora de relacionarme con el resto de gente. Las chicas siempre fueron más malas conmigo, me mandaban “notitas” con amenazas o me citaban para pegarme a la hora del patio. El recreo pasó a causarme ansiedad, yo prefería estar en clase a bajar al patio porque sabía lo que iba a pasar. Debido a esto, actualmente me relaciono mucho mejor con los hombres que con las mujeres porque eran ellas las que me acosaban. 

Mis padres nunca supieron que yo sufría acoso escolar porque yo nunca lo conté, estaba tan normalizado para el resto que llegué a verlo así también. Cuando llegaba a casa siempre estaba enfadada o triste, pero yo nunca conté los motivos. Pareces que si lo cuentas eres “más pringada” todavía.

Necesitamos medios para que la persona que tenga este problema pueda comunicarlo en el centro y se le asesore como es debido. Normalmente los niños y niñas que sufren acoso escolar tienen miedo a contarlo, hay que ayudarles para que vean que tiene solución y que no están solos. 

Yo nunca me traté en un psicólogo porque aunque pude identificar que sufría acoso no supe tomar medidas por miedo o por desconocimiento de la importancia del mismo. Por eso es importante tratarlo desde el inicio. Yo salí de eso, pero hay algunos que no pueden. El acoso escolar no es ningún juego y por ello deberían de ofrecerse medidas reales para acabar con él. 

Por todo esto quiero pedir al Parlamento de La Rioja que pongan medidas en los centros escolares para que se deje de normalizar el acoso escolar y se dé una adecuada atención a las víctimas. Seamos parte de la solución, no del problema.