Pregunta para Parlamento de Catalunya
¿Cuánto nos ahorraríamos si invirtiéramos en educación sexual?
La sexualidad es una parte fundamental de nuestra vida que nos ayuda a mantener un equilibrio y a desarrollarnos como individuos. Aun que los últimos años esta sociedad ha tenido la sexualidad apartada y la ha convertido en un tabú, no podemos quitarnos de encima nuestro carácter sexual cómo humanos que somos.
Partiendo de esta base, que no haya educación sexual impartiéndose en las escuelas es equiparable a que no se impartieran clases sobre salud alimentaria, educación física e incluso higiene bucal.
Por que no por hablarlo menos deja de interesar.
Tenemos niños y niñas que se están educando con la pornografía porque nadie les ha explicado que eso es ficción. Mira que si se preocuparon de decirles a los niños que los superhéroes no existen y no se puede volar en realidad, que es solo un entretenimiento, algo que no contemplaron explicarles sobre el porno porque es mejor no hablar del tema. Estos niños embarcan en el camino de la sexualidad con multimedia que perpetua roles de genero, estereotipos de belleza y busca el coito y la penetración cómo objetivo principal.
Por otro lado tenemos adultos que no saben como expresar su sexualidad y nos encontramos con abusos sexuales, violencia de genero, relaciones toxicas, violaciones, agresiones por discriminación sexual, mujeres medicadas sin conocimiento, abortos ilegales y una amplia gama de problemas que surgen del desconocimiento.
Con una mejor educación sexual podríamos criar niños que llegaran a la madurez con su sexualidad desarrollada y entraran en la edad adulta capaces de gestionar sus relaciones y decisiones.
La educación sexual no busca educar en la promiscuidad, se basa en fortalecer la relación que tiene uno mismo con su propio cuerpo y con el de los demás, en fomentar la comunicación des de el respeto y las ganas de compartir, ser conscientes de nuestro placer, conocernos y expresarnos.
Por eso muchos de los problemas con los que nos encontramos ahora y vamos poniendo parches de abogados, psicólogos, médicos, educadores sociales... nos los podríamos ahorrar si abordáramos el problema de raíz, implantando en las escuelas educación sexual.