Pregunta para Parlamento de Andalucía
Mi hija quiere morir y me gasto 4.500 euros al mes para evitarlo ¿Cuándo van a destinar recursos públicos para ayudar a las personas con TLP?
Mi hija de 18 años lucha por matarse. Tiene trastorno límite de la personalidad diagnosticado en 2019 y, desde ese momento, ha estado ingresada en diferentes centros que cuestan unos 4.500 euros al mes, una cantidad que tenemos que abonar nosotros para mantenerla con vida.
Todo empezó con 16 años. Mi hija no tuvo ningún problema durante la infancia y adolescencia. Era una niña normal, estupenda y maravillosa (y sigue siéndolo). Hizo primero de bachillerato en Francia porque vivíamos allí y sacó unas notas espectaculares… De la noche a la mañana, reventó.
Vivíamos en París, pero nos trasladamos a Málaga para que mi hija estuviera en un buen centro. Duró ingresada 15 meses hasta que, en plena pandemia, se negó salir de la habitación y el guardia de seguridad le agarró el brazo con tal fuerza que se lo partió por tres sitios. Al final, la echaron del centro; la montaron en una ambulancia y la mandaron a otro en Argentona, sin consultarme absolutamente nada.
Después conseguí traérmela a un centro en Benajarafe, pero al mes y medio de estar allí, el director me dijo: “No tires el dinero, tu hija va a acabar muerta”. A los cuatro días de salir del centro, intentó suicidarse. La ingresé en Hermanas Hospitalarias, que es donde está ahora desde el pasado mes de abril.
Por lo menos está viva. Lucho por eso. No existen recursos públicos para las personas con diagnóstico de TLP. Necesitamos ayuda, se necesitan pisos terapéuticos para TLP, profesionales para TLP, centros de TLP. No hay nada…Además, en nuestro caso todo se complica más: se nos deniega la incapacidad porque hemos vivido los últimos 8 años en Francia y solo llevamos dos años empadronados en España.
Ya no es por mi hija. Cuando lleguen las ayudas, ella ya no estará… Pero soy médica y me topo con muchas familias en situaciones similares. Pacientes que se suicidan porque no hay recursos públicos. Por eso exijo al Parlamento de Andalucía que escuche mis demandas, como profesional y como madre, porque es necesario para salvar a las personas.
Mi niña tiene todo su cuerpo lleno de cortes... Solo pedimos a gritos ayuda, mi niña se merece ser feliz, en dos días cumple 19 años y no sabe lo que es vivir sin estar atada y hasta arriba de pastillas. No podemos más.