Pregunta para Senado
Soy Nora y padezco endometriosis. ¿Hasta cuándo van a dejar de normalizar los dolores menstruales? Es necesario romper los tabúes que giran en torno a la salud de las mujeres y empezar a investigar esta enfermedad.
Hola, me llamo Nora, tengo 44 años y hace 12 me diagnosticaron endometriosis. Lanzo esta campaña con motivo de la noticia sobre las bajas laborales por menstruación dolorosa, que lejos de estar de acuerdo, a pesar de que mis reglas me incapacitan por completo, la veo como un parche a un problema que se tiene que solucionar mediante una vía: la investigación.
A las mujeres que padecemos endometriosis no nos soluciona nada estar tres días en la cama con enantyum hasta las pestañas. Esto lo único que provoca es que nos señalen en el trabajo y que no se considere esta enfermedad como cualquier otra. Claro que muchas de nosotras necesitamos bajas laborales, pero las necesitamos porque padecemos una patología crónica para la que todavía no hay un tratamiento totalmente efectivo y sobre la que, además, ronda una gran desinformación.
No es necesario que todos mis compañeros de trabajo sepan que tengo la regla. Con que sean conscientes de que si no voy al trabajo es porque tengo una enfermedad grave me basta. No es tan difícil de entender y me parece que esta reforma no se ha consultado para nada con mujeres realmente afectadas por esta patología.
Llevo muchísimos años en busca de un especialista que pueda ofrecerme una mejora de mi calidad de vida, no obstante, ha sido un camino difícil. En la sanidad pública existe un desconocimiento generalizado sobre este tema y el único remedio que nos dan son antiinflamatorios y píldoras anticonceptivas. Tras un buscar y buscar, por fin he encontrado una doctora que está especializada en esta enfermedad y que con sus consejos he podido mejorar mi calidad de vida. Aunque el proceso es lento y caro.
El problema es que todo lo relacionado con mujeres ha sido siempre y es un tabú. Por eso cuesta hablar de la regla y por eso cuesta aun más admitir y comunicar el dolor cuando se padece. A mí me han dicho muchísimas veces que no entienden cómo me puede doler tanto y esto pasa porque todavía no es considerada a nivel social una enfermedad crónica más. Tampoco se trata como una enfermedad más por la sanidad pública. Parece ser una patología que está a la cola de la investigación y de la formación de especialistas.
Es necesario romper tabúes y dejar de normalizar o quitar importancia a un dolor que no tiene que existir. Hablemos claro: la menstruación no tiene que doler y si nos duele debemos ir al médico. Por su parte, el entorno sanitario debería plantear mejor las fórmulas que ofrecen para paliar el dolor, porque tomar anticonceptivos no es la solución.
Basta ya de parches y busquemos una solución efectiva para esta enfermedad que afecta a 1 de cada 10 mujeres y que pasa desapercibida en el ámbito social y sanitario.