Mi nombre es Olga Pávez Peralta, tengo 52 años y a mi corta edad padezco múltiples enfermedades físicas que hacen que mi vida sea dolorosa, lo que sumado a una historia de violencia intrafamiliar me han provocado una depresión profunda.

Actualmente mi diagnóstico es Lupus eritematoso sistémico, enfermedad inflamatoria ocasionada cuando el sistema inmunológico ataca a sus propios tejidos, Escoliosis severa, hipertensión arterial, hipotiroidismo, artrosis de cadera, fibromialgia, esto acompañado de una depresión severa y cuadros de ansiedad.

Todo lo anterior ha provocado que viva en constante dolor, miedo y ansiedad. Encontrar el diagnóstico de todas estas enfermedades ha sido un proceso agotador y devastador, debido a que me he tenido que enfrentar a situaciones de violencia que me causan aún más dolor. Sufrí de violencia intrafamiliar por mi ex marido, por lo que tuve que acudir a la justicia para poder sentirme a salvo.

Pedí una orden de alejamiento y restricciones, pero el proceso es lento y angustiante lo que me ha condenado a vivir con temor.  A mis 52 años pienso que una vida enfrentada a este cúmulo de problemas no es una buena vida, porque perpetúan mi dolor como ser humano, dolor que solo quiero dejar de sentir. Es más, he tratado de acudir a programas de salud mental pero no es suficiente la ayuda que recibo porque lamentablemente tardó mucho en llegar. 

Mi pregunta dirigida a las autoridades es: ¿Por qué en Chile aún no es legal la eutanasia en personas con enfermedades de dolor crónico? En mi caso el dolor me hace vivir una vida infeliz, depender de medicamentos y probablemente depender de otras personas.

Creo que la salud debería ser integral, porque una mente enferma se traduce en problemas en tu cuerpo y yo soy un ejemplo de que esto es real y pasa. Es por eso que no hay que mirar la salud mental en menos, porque una mente sana es un cuerpo sano.  

Necesito su firma en esta campaña, para que desde la Cámara de Diputados me puedan entregar una respuesta, para que pueda crearse una ley que ampare a personas como yo que viven y enfrentan el dolor cada minuto de cada día. 

Necesitamos la participación de todas y todos ustedes, ya que, si conseguimos los apoyos, esta pregunta llegará a la Cámara de Diputados y me tendrán que dar una respuesta en esta misma web. Ayúdanos haciendo clic en el botón “apoyar” y difundiendo esta pregunta, para que las personas no seamos forzadas a vivir en dolor.