Mi nombre es Óscar Jiménez y desde 2012 voy en silla de ruedas tras una negligencia médica por una operación de hernia discal. Desde entonces no he parado de denunciar las condiciones a las que tenemos que enfrentarnos las personas con movilidad reducida: el incumplimiento de la ley de accesibilidad en las calles, edificios públicos y comercios forma parte de nuestro día a día. Un día a día que afecta a 1,8 millones de personas.

He contado mi vida en el libro ‘Imposible’, cuya recaudación fue a parar a fines benéficos. En aquella autobiografía quise reflexionar sobre lo que atraviesa una persona que de un día para otro, se levanta y no puede caminar. A pesar de las dificultades he peleado por salir adelante, pero me sigo encontrando obstáculos y  barreras como la que vengo a denunciar hoy en estas líneas.

Por un embargo del juzgado, desde el pasado 25 de abril no cobro mi pensión y me he visto obligado a dormir en la calle y pedir ayuda a los servicios sociales de Barcelona (donde vivo) para tener un techo donde vivir. He comprobado de nuevo cómo se puede torcer una vida hasta el punto de no tener donde acudir y, desgraciadamente, también me he encontrado con la cruda realidad de una atención de los servicios sociales que deja mucho que desear. 

Me han enviado a varios albergues de los servicios sociales, el último a uno en el barrio del Carmelo. Junto a todas las dificultades de accesibilidad en silla de ruedas por las cuestas y demás impedimentos de la zona, me he encontrado un centro de acogida totalmente insalubre: las condiciones son penosas como muestran las fotos que he publicado en mi cuenta de Twitter. Una alimentación pésima, cucarachas, fumando en el interior, incumpliendo todos los protocolos covid. 

He trasladado todas mis quejas a la trabajadora social con la que tenía contacto pero me encontré una reacción aún peor que las condiciones del centro de acogida: me bloqueó en Whatsapp sin más explicación. La trabajadora social del SIS (Servei d’ Inserció Social) depende del Ayuntamiento de Barcelona, se trata de un servicio público que pagamos todos con nuestros impuestos y que está ahí para ayudar a personas como yo, que un momento de la vida podemos necesitar ayuda. 

Me parecen intolerables tanto estas deficiencias de atención a las personas en situación de calle como el trato de ninguneo que he recibido al pedir explicaciones.

Pedir ayuda es difícil en esta situación pero que encima te denieguen explicaciones me hace querer ir hasta el final con esta denuncia pública. Ya estoy intentando ponerme en contacto con responsables del Ayuntamiento de mi ciudad, liderado por Ada Colau. 

Repito, es intolerable que los servicios sociales de nuestra ciudad funcionen así de mal, las condiciones hacen que hasta sea más factible dormir en la calle. Sólo pido un trato digno y unas condiciones de habitabilidad mínimas para mí y para todas las personas que estén en situación de calle. Le puede pasar a cualquiera y los servicios sociales deben ser impecables en estos casos. 

Por todo esto quiero hacer llegar esta petición hasta el Ayuntamiento de Barcelona para que me dé explicaciones. Sólo necesitamos 300 firmas para conseguirlo. Apoya y comparte entre tus contactos para lograrlo. Gracias.