Me llamo Pablo, tengo 29 años y soy un enfermero que está luchando contra el cáncer. Recurro a esta plataforma porque he sufrido como profesional y como paciente las terribles consecuencias de la falta de recursos y la nefasta gestión de la crisis sanitaria que se ha hecho en España y, en particular, en Cataluña. Pido que se otorguen de forma inmediata más medios a mis compañeros sanitarios para que puedan hacer frente a la Covid-19 sin descuidar a los pacientes crónicos y, sobre todo, sin reducir las pruebas de diagnóstico. 

Hasta septiembre trabajé como enfermero de UCI en un hospital de Barcelona. La primera ola de la pandemia fue un infierno y la presión, el cansancio, el agotamiento y la fatiga eran comunes a todo el personal sanitario. Es así como los primeros síntomas del cáncer pasaron inadvertidos. 

Sin embargo, a principios de septiembre algo cambió: me descubrí varios bultos de grasa en la sien y en la espalda. Tras realizaron las pruebas oportunas me diagnosticaron cáncer, concretamente un linfoma Burkitt. Este tipo de cáncer es muy agresivo y además yo me encontraba en un estado avanzado. Empecé el tratamiento de quimioterapia y ya voy por el ecuador de las sesiones.

Me dirijo al Parlament de Cataluña para advertirle que cometer los mismos errores del pasado convertirá a esta segunda ola en demoledora. Pido que se aumenten de forma inmediata los recursos de los que disponen los centros sanitarios de Cataluña. Necesitamos urgentemente más personal y más material.

Me consta que a pacientes crónicos les están retrasando el tratamiento por falta de camas y personal. Además las pruebas de diagnóstico también se están posponiendo, y esto tiene repercusiones mortales. El retraso en el diagnóstico de un cáncer puede suponer que el paciente no supere su enfermedad. 

Asimismo, mis compañeros están tanto psicológicamente como físicamente agotados. No están preparados para otra ola. Muchos de ellos han enfermado debido a la falta de equipos de protección y, en lugar de reemplazarlos contratando a más médicos y enfermeros, se está barajando la posibilidad de recurrir a estudiantes. NO. Trabajar en la UCI es duro. Trabajar en la UCI en una pandemia mundial es peor. Trabajar en la UCI en una pandemia mundial y sin recursos para poder atender a los pacientes es demoledor. Se requiere experiencia para poder afrontar esta situación con éxito. 

Me dirijo a mis representantes políticos para que atiendan las peticiones de mis compañeros y las súplicas de los pacientes. Me gustaría lograr que los políticos me respondan con cifras y plazos ¿Cuándo van a llegar los recursos? ¿Qué recursos se van a destinar? ¿Qué más hace falta que suceda para que se reaccione?

Agradezco mucho si apoyáis esta pregunta y difundís la iniciativa por todas vuestras redes. Juntos lo conseguiremos. Muchas gracias a todos.