Estoy aquí para vosotros: “¿Cómo llegaré a sentirme?” “¿En qué consiste el tratamiento?”… Muchas dudas te asaltan cuando te diagnostican cáncer, pero JUNTOS SOMOS MÁS FUERTES
Mi nombre es Pablo, tengo 29 años y soy de Rojales (Alicante). Si estoy aquí, transmitiéndoos estas palabras, es porque no se me ocurre mejor forma que aprovechar mi vivencia para servir de apoyo, de referencia y de guía para cualquier otra persona que pudiera verse en una tesitura similar. Y, entonces, estaré encantado de dar respuesta a sus dudas e inquietudes, siempre que no escapen a mi conocimiento.
Y bien, hace algunos meses detecté, mientras conducía, unos bultos en la zona de la clavícula. Extrañado por su presencia decidí visitar al médico y no dejarlo pasar. Todo inició con una llamada telefónica, por la “nueva normalidad”, donde el médico me solicitó una analítica y una radiografía de tórax. A la semana siguiente fui a consulta para ser informado de los resultados, que fueron favorables, pero al no haber un motivo infeccioso ni de cualquier índole, me solicitó una ecografía que me realizaron a la semana siguiente. En el resultado salieron unos ganglios patológicos que había que analizar. Y más tarde una biopsia confirmó el diagnóstico: tenía un linfoma de Hodgkin.
Fue un momento de tensión, sí, pero también por fin habíamos puesto fin al miedo y a la incertidumbre que me habían perseguido esas últimas semanas. Al fin ya sabía qué camino tenía que afrontar. Por lo tanto, lo único que podía pensar era: ¡vamos a por ello!
Desde el primer momento me informaron de que todos los estudios apuntaban a que la enfermedad tiene un pronóstico favorable y un 80% de cura. Además, en mi caso lo habíamos localizado a tiempo y estaba en primera fase. El tratamiento inicial a seguir constaba de dos ciclos de quimioterapia, y una vez finalizados, valorarían la necesidad de seguir con el tratamiento de quimioterapia o radioterapia, si fuese necesario.
Tras finalizar los dos ciclos de quimio, me hicieron un pet-tac para analizar la evolución. Se detectaron ganglios residuales, pero ya no se captaba enfermedad. Por lo que los pasos a seguir eran los siguientes: 2 ciclos más de quimioterapia y en unos meses, si el pet-tac es favorable, no necesitaré radioterapia.
He seguido todo el tratamiento en Torrevieja, y estoy muy agradecido de los profesionales que me han atendido en este tiempo y que trabajan por y para mi pronta recuperación. Sin duda han hecho que todo sea mucho más sencillo, al igual que mi familia y mi entorno más cercano. Su empuje, su presencia y su apoyo son motor de cada paso que doy.
Soy consciente del sentimiento de incertidumbre y desconcierto cuando recibes un diagnóstico como el que recibí yo, o cuando incluso estás a la espera de un diagnóstico sin saber claramente qué es lo que te ocurre. Y por eso estoy aquí, para informar, para transmitir mis sensaciones y para servir de referencia a cualquier amigo, conocido o desconocido que se sienta ávido de respuestas. Estoy aquí para vosotros.