Sin duda alguna. Creo en la participación como un elemento básico de la política. Sin participación no hay democracia. Me la creo tanto, que durante estos 4 años, el PSOE de la ciudad de Granada ha celebrado cuatro asambleas ciudadanas abiertas a toda la ciudadanía, que nos han permitido confeccionar un proyecto compartido de más de 300 medidas.

Nuestro proyecto de cuidad incluye un amplio catálogo para fomentar la participación  de la gente en las decisiones políticas del Ayuntamiento. En suma, la idea que tenemos es la de devolver los barrios a sus vecinos y vecinas, a través de acciones muy concretas: presupuestos participados, nuevo reglamento de participación ciudadana, asambleas ciudadanas por barrios, una asamblea anual en la que rendiré cuentas, junto a mi equipo de Gobierno, sobre el grado de ejecución de nuestro proyecto para Granada, etc.

Una de esas medidas es la de crear consultas ciudadanas usando cualquier herramienta que, con todas las garantías democráticas, nos permitan conocer la opinión de la gente sobre aspectos que sean determinantes para el interés general de la ciudad, y hacerlas vinculantes a la tarea de gobierno.

El actual alcalde de Granada, Torres Hurtado, no ha realizado consulta alguna a la ciudadanía en sus larguísimos 12 años de gobierno. Ha tomado decisiones fundamentales de espaldas a sus vecinos y vecinas.

Nosotros tenemos muy claro que ese tipo de consultas las llevaríamos a cabo (y las llevaremos a cabo) para abordar asuntos como el funcionamiento de la LAC o el soterramiento del AVE por la Chana. En ambos casos, son los propios vecinos y vecinas quienes se lo han exigido al alcalde, a pesar de que este haya hecho oídos sordos.

Participación, sí; pantomimas, no.