Somos la ONG Madre Nativa de la Región de Arica y Parinacota. En el 2013 empezamos como colectividad a levantar información y visibilizar la violencia ginecobstétrica. Actualmente trabajamos desde un enfoque feminista en generar contenido en podcast,  emplazar a las autoridades y realizar talleres sobre autogestión en salud y justicia reproductiva.

El 2020 participamos en la elaboración del Monitoreo Social: Acceso a la IVE y la Salud Sexual y Reproductiva en tiempos de coronavirus. Levantamos información local y relatos de mujeres que, por ejemplo, optaron por la segunda causal de la ley de aborto (inviabilidad fetal), y tuvieron que pasar el tiempo previo y posterior al procedimiento en la misma sala que mujeres próximas a parir o con sus recién nacidos, lo que dificultó su duelo perinatal. Es traumático que le pregunten a una mujer si tiene un cajón para su bebé, y aún más si comparte el espacio con mujeres puérperas.

La necesidad de separación de salas de recuperación entre las mujeres/personas que acaban de experimentar una perdida gestacional u aborto y las mujeres puérperas, es urgente. Hemos denunciado esta situación a las autoridades locales sin éxito. La Seremi de Salud solicitó al Servicio de Salud de Arica evaluar la situación y ver todas las opciones para separar las salas. Por su parte, el Director del Hospital Regional de Arica, respondió que no cuentan con suficiente espacio físico, de acuerdo a lo señalado por el Jefe de Gestión Clínica de la Mujer.

La pérdida perinatal está tipificada como uno de los eventos más estresantes en la salud mental. Sin embargo, clínicamente, se sigue sin tomar en serio el aspecto emocional. Hay que considerar que también se trata de un duelo puerperal, lo que implica un cambio hormonal abrupto, que acrecienta el estado de sensibilidad, por lo que se debería resguardar aún más su bienestar emocional, otorgando un entorno idóneo para el proceso. Además, el alojamiento compartido dificulta el derecho a la información tanto para las mujeres que han tenido una pérdida como para las que acaban de parir, pues al entregar información clínica y detallada se puede disturbar a una y acongojar a otra.

En tanto en el Congreso se debate sobre la ley Dominga, que busca establecer un protocolo universal para enfrentar la muerte gestacional y perinatal tanto en centros de salud públicos como privados; y ley Adriana, que busca un parto respetado y sanciona la violencia ginecobstétrica. Nos preguntamos qué va a pasar cuando se tengan que implementar estas u otras leyes de derechos sexuales y reproductivos en Arica, donde solo contamos con el Hospital Dr. Juan Noé Crevani y una clínica. Incluso, en el 2019, mucho antes de la pandemia en esta región no se podía parir acompañada, por problemas de espacio.

Queremos transmitirles a las autoridades pertinentes que en nuestra región, vivimos una realidad muy distinta a la de Santiago. La salud en general, y particularmente la salud sexual reproductiva de las mujeres, es muy deficiente. Nos gustaría que esto vaya cambiando, es por eso que les preguntamos cómo cuidar a las mujeres en sus duelos perinatales si en Arica deben compartir salas con mujeres y sus bebés recién nacidos. 

Si conseguimos 250 apoyos recibiremos una respuesta en esta misma web. Ayúdanos haciendo clic en el botón “apoyar” y difundiendo para que los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres sean respetados.