¿Cuándo se creará un plan que incentive a las niñas y a las chicas para que estudien carreras STEM?
Me llamo Patricia López y soy bióloga de formación. Cursé mi Grado en Biología en la provincia de Málaga que es de donde vengo, soy de Andalucía, aunque ahora esté viviendo en Barcelona. Ahí tuve mi primera experiencia real con las prácticas en el laboratorio y con los compañeros y compañeras. Fue mi primera toma de contacto con el trabajo en el mundo de la ciencia, una de mis pasiones, junto con el arte. Decidí continuar dedicándome profesionalmente a la ciencia y fui a Granada para hacer un Máster en Ingeniería de Tejidos y Terapias Avanzadas. Ahí pude trabajar con las impresoras 3D, la regeneración de tejidos, la construcción de tejidos y órganos con bioimpresión y todo ese tipo de cosas que suenan un poco a ciencia ficción. Me di cuenta de que me gustaba muchísimo y quería profundizar más para poder dedicarme a la investigación.
Me fui a Madrid a cursar el Experto en Impresión 3D Biomédica, donde conocí a profesionales del mundo de la medicina, la ingeniería, la farmacia, etcétera. Durante la pandemia tuve la oportunidad de contactar con el Grupo de Investigación de Biomecánica, Biomaterial e Ingeniería de Tejidos de la Universidad Politécnica de Cataluña, con el que estoy haciendo mi Tesis Doctoral con una beca. De forma complementaria, intento hacer charlas de divulgación o talleres, también colaboro mucho con un equipo de Perú y voy a hacer otro Máster en la Universidad de Sevilla sobre ciencia y arte. Soy una persona proactiva con mucha iniciativa y me gusta estar ocupada, dónde aportar mi granito de arena lo hago posible.
Es necesario empoderar a las niñas y a las chicas desde la infancia, no solamente para que sepan que pueden cursar ese tipo de carreras STEM (ingeniería, matemáticas, ciencia, etcétera), también para que sean conscientes de que pueden hacerlo en igualdad de condiciones que sus compañeros y que pueden hacerlo igual de bien. He investigado mucho sobre este tema porque me genera muchísima curiosidad. Ha nivel personal he tenido suerte porque nunca me dijeron lo que tenía que estudiar, mi familia me ha dejado estudiar siempre lo que he querido. Las cuestiones de rol de género en cuanto a la trayectoria profesional se lleva arrastrando muchísimo tiempo. Puede existir una figura cercana una niña que le indique lo que debe estudiar, diciéndole mensajes como: Esto es para chicos, mejor haz otra cosa, esto quizás no se te da también como a tu primo, hermano, etcétera.
Es importante alentar a las niñas a que se empoderen para que sepan que pueden hacerlo perfectamente. Realizo talleres y conferencias de cara al día internacional de la mujer y las niñas en la ciencia, que es el 11 de febrero. Es vital concienciar al público en general y visibilizar que es necesario que se haga algo al respecto. Me gustaría saber si tienen algún de futuro a corto o medio plazo en el que se incentive a las chicas para superar o hacer más pequeña la brecha de género. No solo afecta a las niñas, también en el mundo adulto existen los techos de cristal, las desigualdades y la precariedad laboral, que afectan a todo el mundo. Si ya de por sí, la investigación está mal porque los contratos son temporales y no hay recursos suficientes, imaginad lo que supone para una mujer. Ya tenemos ciertas desigualdades inherentes simplemente por el hecho de ser mujer, hay que solventarlo de alguna forma. No quiero saber si tienen ideas, quiero saber si hay un plan sólido en el que se incentive por medio de becas, ayudas, proyectos o cualquier cosa que pueda ayudar realmente a solucionar estos problemas. Tenemos que trabajar todas y todos juntos para acabar con estas desigualdades.
Todo esto se refleja, por ejemplo, en los Premios Nobel, se han entregado más de 800 a hombres y tan solo unas 58 a mujeres hasta el año 2020. Son datos a los que hay que prestar atención para que cambien en las próximas décadas. También hay datos del CSIC sobre mujeres que continúan sus estudios superiores pero cuando llegan a etapas predoctorales, muchas mujeres tienen que abandonar sus estudios para poder dedicarse a sus familias. Muchas veces las situaciones de precariedad laboral en investigación les impiden conciliar ambos perfiles. A media que aumenta el nivel de responsabilidad en puestos más altos, cada vez hay menos mujeres. Por todo esto, considero que es urgente promover un plan de apoyo para empoderar a las niñas y se decidan a estudiar este tipo de carreras. Hacen falta muchas más mujeres en la ciencia y los estudios lo demuestran. Los datos a futuro son positivos, pero debemos ser constantes y no dejar de trabajar en este tipo de cuestiones.