Pregunta para Parlamento de Andalucía
Durante mi etapa educativa pasé de ser la acosada a la acosadora. ¿Por qué no se implementan talleres de concienciación para informar sobre las consecuencias del acoso escolar?
Me llamo Paula, tengo 23 años y soy de La Línea de la Concepción (Cádiz). Sufrí bullying durante los primeros años de mi etapa escolar pero cuando entré en el instituto todo cambió. Pasé de ser acosada a acosar a otros chicos y chicas. No fui consciente de ello hasta pasado un tiempo. No sabía que alguien que había sufrido bullying podía convertirse en acosador debido a ello. ¿Por qué no se implementan talleres de concienciación para informar sobre las causas y consecuencias del acoso escolar?
De pequeña se metían mucho conmigo. A mí me gustaba más relacionarme con los chicos, me encantaba jugar a fútbol y me llevaba mejor con ellos. Por lo general las niñas se preocupaban más por la imagen, te juzgaban si ibas vestida de una manera diferente a ellas y hacían muchos grupos en los que excluían a quienes no les caían bien.
Fui víctima de insultos y agresiones físicas. La violencia casi siempre era psicológica, pero fue suficiente para que perdiera las ganas de ir al colegio. A pesar de ello, nunca le conté nada a mis padres. Mi madre se enteró años después y me confesó que no sospechaba nada. Tampoco los docentes parecían enterarse mucho, al final me encontraba sola frente a la situación de acoso.
Cuando pasé al instituto cambié de centro y muchos de los niños y niñas que iban a mi colegio se fueron a otros institutos de la zona, por lo que era una nueva oportunidad para hacer amigos y cambiar de papel. Me sentía muy insegura y vulnerable por haber pasado por todo aquello durante el colegio así que empecé a adoptar una posición de poder frente a los otros.
Me reía de otras personas, incluso disfrutaba haciéndoles sentir miedo. Esto provocaba en mí una gran seguridad. Nadie podía conmigo porque ahora era yo la que mandaba. Además, tenía nuevos amigos que me respaldaban, ya no tenía miedo de ir a clase.
No fui consciente del daño que estaba haciendo hasta años más tarde. Cuando acabé el instituto empecé a estudiar un ciclo de Integración Social y gracias a unos talleres específicos sobre acoso escolar que recibí, me di cuenta de muchas cosas. Me sentía identificada tanto con la figura del acosado como del acosador.
Creo que si se ofreciera este tipo de talleres prácticos en los institutos los adolescentes empezarían a pensar sobre ello y se podrían prevenir muchas de las situaciones de acoso que se producen. Me gustaría lanzar esta petición al Parlamento de Andalucía para que se pongan en marcha todas las herramientas necesarias para hacerlo posible. Yo he estado en las dos posturas y me gustaría no haber estado en ninguna. Tenemos que tomar el acoso escolar como un tema prioritario.