En los últimos años, se habla mucho en el mundo sobre el papel de los hombres a partir de la violencia que ejercen, pero pocas veces se analiza a fondo y con la misma fuerza el porqué ejercen esas violencias y cómo también se ven afectados por la sociedad machista en la cual viven.

Soy Paulo Herrera Zavala, artista visual y fotógrafo peruano en Madrid, donde realizo un máster de fotografía de autor en el Centro Internacional de Fotografía y Cine (EFTI). Es la fotografía la herramienta que uso para poder responderme a la pregunta que surgió hace muchos años en mi cabeza y que ha conducido buena parte de mi trabajo creativo: ¿Qué es ser hombre?

Y después de un tiempo en aprendizajes relacionados con lo académico, político y movimientos feministas en distintos países en los que he podido vivir y trabajar, estoy convencido de que no hay una única manera de ser hombre. Que nosotros tendríamos que hablarlo y asumirlo como una forma natural de redescubrir nuestras diferentes masculinidades conectando con nuestro interior y aceptando también nuestra propia energía femenina.   

La fotografía, en especial el autorretrato, es la herramienta que encontré y utilizo para seguir hablando de este tema, es mi manera de poner mi cuerpo en el escenario y canalizar todo lo que me pasa. Algo que comenzó como una pregunta, como una duda, cuándo vivía en Uruguay, hoy forma parte de mi trabajo personal y mi día a día. 

Empecé a investigar qué era esto, tomando en cuenta que nunca antes me había cuestionado de modo consciente sobre qué era o qué significaba ser hombre. En el desnudo encontré una forma de hacerlo, de expresar y gestionarlo. Encuentro en el desnudo una herramienta sencilla pero poética y transgresora de cuestionar la masculinidad, porque el desnudo suele incomodar, y sobre todo el desnudo masculino, incomoda mucho. 

He descubierto que el desnudo masculino está muchas veces asociado a algo estrictamente sexual, y no de apreciar al cuerpo por lo que es. Es anecdótico que cada vez que yo retrataba cuerpos desnudos masculinos o me fotografiaba desnudo, me encontraba con muchos cuestionamientos u opiniones poco acertadas, pero sobretodo se ponía en duda de mi sexualidad y salía la pregunta de cuándo iba yo a “salir del clóset”.

Considero que se debe de dejar de hablar del hombre y de la masculinidad si no hablar de las masculinidades, en plural. Actualmente, vivimos en un doble mandato: por un lado, el que la sociedad, con la carga y presión de los movimientos feministas nos exigen determinados comportamientos, pero también el mandato del patriarcado, cuestionando nuestro ser con lo que debemos ser.

La mayoría de los hombres estamos en una lucha interna constante, y de ahí que yo crea que es necesario tener espacios de conversación y escucha entre pares, amigos y conocidos. La visibilización y empatía es una herramienta para empezar a hablar de las diferentes maneras de ser hombres en una sociedad que requiere urgentemente solucionar problemas gravísimos como el de la violencia y la indiferencia hacia lo que sucede a nuestro alrededor. 

Hablemos de nuestras fragilidades, normalicemos las múltiples versiones de ser hombres y con eso construyamos relaciones y vínculos más sanos y luego, sociedades más equitativas. Esto es lo que trato de comunicar y transmitir como artista visual. Es un aprendizaje y una búsqueda constante de encontrar mi lugar y que pienso podría servir a más hombres que se sienten interpelados como yo. 

Este es el llamado que busco, para que ciudadanos, hombres y mujeres, políticos de España, pero también en cualquier otro país del mundo, piensen en políticas dirigidas a contener los grandes problemas que nos aquejan combatiendo y entendiendo, sobre todo, lo que sucede desde el origen. Que existan campañas de concienciación, espacios, foros, que los medios de comunicación pongan este tema en sus agendas. 

A los hombres que puedan leer esto y a la sociedad en general, para que empecemos a plantearnos espacios para hablarnos y mirarnos y normalicemos que existen muchas formas de ser hombres y que todas ellas son válidas.

 ¡Gracias por tu apoyo en esta campaña de difusión!